Sus canales, las mil y una historias que se esconden tras cada esquina, su arte, sus carnavales y, en definitiva, su identidad, hacen de Venecia una de las ciudades más visitadas de Europa. A pesar de que es la undécima ciudad más poblada de Italia, miles de turistas se encargan de ‘rellenarla’ a diario. En la capital del Véneto, cómo no, también hay sitio para el fútbol. Aunque como en muchos otros municipios históricos de Italia, cualquier tiempo pasado fue mejor.
Liderando su grupo de Lega Pro, equivalente a la tercera división del fútbol italiano, por encima del histórico Parma o del Padova, el conocido como Venezia FC desde 2016, dirigido por el legendario Pippo Inzaghi, busca recuperar su sitio en la élite del fútbol italiano. Los 15 años transcurridos desde su última aparición en la máxima categoría del calcio, han sido un verdadero calvario para un equipo que presume de poseer una Coppa Italia (conseguida en los años cuarenta).
Con varias refundaciones y fusiones a sus espaldas y no menos malas elecciones tomadas por sus gestores durante su larga historia, Venecia nunca ha dejado de tener un equipo de fútbol que represente a la ciudad de los canales, porque así lo ha querido su gente. Ahora, con la inversión del empresario neoyorquino Joe Tacopina como principal argumento, el Venezia FC sueña con recuperar el terreno perdido.
Sólo los más viejos del lugar recuerdan a un Venezia fuerte en el panorama futbolístico italiano, ya que su época dorada acontece en los años cuarenta, cuando los lagunari, como popularmente se les conoce, consiguieron levantar su único título, la Coppa Italia de la temporada 1940/41. Justo en la mejor etapa de su historia, la Segunda Guerra Mundial hizo que el balón dejase de rodar frenando en seco el crecimiento de uno de los clubes con más historia del país. Desde entonces el club del Véneto ha sido siempre considerado como un equipo de los denominados ‘ascensor’ y su hábitat ha sido la Serie B, en la cual ha participado en 39 de sus casi 100 años de historia (refundaciones mediante).
Muchos presidentes y no menos entrenadores han desfilado por esta bella ciudad para buscar la estabilidad y la grandeza en el club arancioneroverde. Curiosamente, la etapa más reciente de cierta grandeza en el club se dio con Maurizio Zamparini como dirigente del club. El que fuera hasta hace escasas semanas presidente del Palermo presidió el equipo veneciano entre 1986 y 2002 y, aunque como es costumbre en él, fueron muchísimos los nombres que ocuparon el banquillo del Stadio Pier Luigi Penzo, entre ellos Zaccheroni, Ventura, Spalletti o Prandelli. El empresario nacido en la misma región que el club, adquirió el equipo en la Serie C2 y logró llevarlo de nuevo a la máxima categoría del fútbol nacional.
Contratados por el carismático Zamparini durante la etapa en la que el club se codeó con los grandes en la Serie A, estuvieron jugadores de la talla de Álvaro Recoba, Alessandro Mancini (brasileño ex Roma), Mauro Bressan o Giuseppe Iachini.
Es 2002 un año fundamental en la historia reciente del club. Zamparini, tras descender el club a la Serie B, adquiere el Palermo, aduciendo su malestar por los impedimentos que le ponía a la construcción de un nuevo estadio en tierra firme, que sustituyese al actual, en el centro histórico de la ciudad. La marcha de Zamparini a Sicilia trajo consigo también la marcha de varios futbolistas importantes de la plantilla y la llegada de dificultades económicas que tuvieron como culmen la refundación del club en 2005 y las sombras del caso Genoa (caso de amaño de partidos).
Desde entonces y hasta ahora el club se sumió en la inestabilidad y los distintos proyectos en los que se vio envuelto el Venezia fracasaron estrepitosamente, incluida la llegada del empresario ruso Jurij Korablin, fundador del FC Khimki y el BK Khimki de baloncesto, que adquiría el club en 2011, asumiría la presidencia y sería repudiado por jugadores y dirigentes por los impagos a los que se vieron sometidos sus futbolistas y las promesas que les fueron hechas pero no cumplidas.
Tras la devaluación del rublo y los problemas económicos que azotaron a Rusia, el equipo se ve obligado a ser refundado de nuevo en el verano de 2015 tras no ser inscrito en la competición y ser relegado una categoría. El estadounidense James A. Daniels, propietario de un holding de productos de higiene y limpieza (High Ridge Brands), tomaría las riendas del club. Daniels poco después le cedería el cargo de presidente a su socio Joe Tacopina.
Joe Tacopina es un abogado estadounidense bastante conocido en el fútbol italiano ya que antes de convertirse en presidente del Venezia, lo fue del Bologna, a quien llevó de vuelta a la Serie A, y perteneció al consejo de administración de un gigante del calcio como es la Roma. Las desavenencias con su socio comprador Joey Saputo en Bologna lo llevaron a dimitir del club emiliano y embarcarse en esta nueva aventura con el cuadro lagunero.
Con Tacopina a los mandos y Inzaghi en el banquillo, Venezia suspira por recuperar la estabilidad y volver a ser un equipo fuerte en Italia. El camino no será fácil, pero el retorno a la Serie B, tras 12 años sin pisar la segunda categoría del fútbol italiano, está cada día más cerca.
Fuente imagen principal: Penne Sportive