Eintrach Frankfurt: Trapp – Da Costa, Hasebe, Russ, Falette – Gacinovic, De Guzmán (Stendera, 87′), Torró, Kostic (Tawatha, 78′) – Haller, Jovic (Rebic, 68′).
Lazio: Proto – Luiz Felipe, Acerbi, Wallace – Basta, Parolo, Lucas Leiva (Luis Alberto, 76′), Milinkovic-Savic (Berisha, 64′), Durmisi (Lulic, 18′) – Immobile, Correa.
Goles: Da Costa, 1-0 (4′); Parolo, 1-1 (23′); Kostic, 2-1 (28′); Jovic, 3-1 (52′); Da Costa, 4-1 (94′)
- RESULTADO DRAMÁTICO PARA LA LAZIO I El partido terminó 4-1, pero bien podría haber terminado con una goleada histórica. Con el tercer gol, los locales bajaron al mínimo las revoluciones del partido y dejaron pasar los minutos sin buscar hacer aún más daño a los romanos. Por suerte para la Lazio, el Olympique de Marsella se dejó empatar en los últimos minutos, dejando a los italianos dos puntos por encima de los franceses y tres por debajo de los alemanes.
- GRAVES PROBLEMAS DEFENSIVOS I Lo abultado del marcador nos podría hacer pensar, erróneamente, que la goleada se debe a un equipo en clara inferioridad numérica (Basta y Correa fueron expulsados en el 45′ y 58′, respectivamente). Sin embargo, el gran problema de los de Inzaghi fue la falta de contundencia defensiva y de intensidad. Los dos primeros goles llegaron en jugadas en las que los jugadores de segunda línea remataban completamente solos y libres de marca. A partir de ahí, cada ataque del Eintracht era una ocasión de peligro sin que los defensas visitantes pudiesen impedirlo.
- LOS BORRONES DEL ENCUENTRO I Esperpéntico partido de Dusan Basta, parecía sacado de una película de Buñuel. Controles fáciles que se iban fuera, pases de dos metros fallados, regates que terminan en tropezón… y para coronarlo, cortar un contrataque en el 45′, con una amarilla, agarrando por el pecho a un rival: roja y partido cuesta arriba. Tampoco estuvo nada bien el colegiado del encuentro que, si el partido estaba desequilibrado con la primera expulsión, se inventó la expulsión de Correa, que debería haber sido castigada únicamente con una tarjeta amarilla.
- IMMOBILE CONTRA EL MUNDO I El delantero napolitano fue, hoy más que nunca, una isla para la Lazio. Fue el que más peleó y el que llevó absolutamente todo el peligro de su equipo. Su desempeño sirvió de ejemplo en la segunda parte para sus compañeros, que se contagiaron de su ímpetu y pelearon por meterse en el partido de nuevo, a pesar de encontrarse en clara inferioridad numérica. El que no tuvo su noche, una vez más, fue Sergej Milinkovic-Savic. El serbio parece una sombra de lo que nos ofreció durante la pasada temporada y el Mundial. Su equipo le necesita y Sergej debe responder.
- LA NOTA POSITIVA, LOS CAMBIOS DE INZAGHI I Amén de la actuación de Immobile como referente para su equipo, el choque dejó otra nota positiva, que no es otra que los cambios desde el banquillo de Inzaghi. Si bien el partido ya estaba sentenciado y el Eintracht apenas apretaba, el entrenador de los de Roma quiso mandar un mensaje a sus pupilos: nadie se va a rendir hasta el último minuto. Sus cambios, a excepción del obligado de Durmisi por lesión (posible lesión de gravedad en un brazo tras una fea caída), las entradas de Berisha y Luis Alberto imprimieron otro ritmo al equipo. Puede que lo mejor hubiese sido meter algún defensa y evitar ese cuarto gol que al final acabó cayendo y quién sabe si será determinante para pasar a siguiente ronda, pero Inzaghi prefirió arriesgar y buscar el 3-2 que levantase el ánimo de sus jugadores en un partido que se terminó antes del 60′ por las decisiones arbitrales.
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