Rodrigo de Paul ha encontrado verdaderamente las sensaciones que necesitaba en Italia. Lo hace en su tercera temporada en el Udinese del español Julio Velazquez.

El impacto que está teniendo De Paul en los friulani está siendo realmente chocante, a nivel de juego, sensaciones y, sobre todo, de actitud. Es un hecho que busca tener mucho más contacto con el balón, no se esconde, ni desaparece de los partidos, algo bastante habitual a lo largo de su trayectoria en el Valencia y en sus inicios en Italia.

El impacto que está teniendo De Paul en los friulani está siendo realmente chocante, a nivel de juego, sensaciones y, sobre todo, de actitud

Este impacto se ve traducido no solo en sus hasta ahora cuatro goles –los mismos que el año pasado en toda la temporada- y dos asistencias en siete partidos, si no también en sus movimientos y zonas de acción, que abarca lo largo, pero, cada vez menos, lo ancho del campo. Y es que su papel en zonas interiores se ha visto incrementado. Los contextos más favorables para Udinese son sin duda los contragolpes y robos altos, y es que es un equipo lleno de jugadores de recorrido e ida y vuelta, con hombres como Barak o Fofana como máximos exponentes de la verticalidad que busca su entrenador. En este aspecto el argentino está siendo diferencial por sus movimientos diagonales de fuera a dentro, conducciones que dividen el campo mientras sus compañeros trazan desmarques de ruptura a los espacios libres, que a su vez le aclaran el campo para que pruebe su letal disparo lejano que tan buen rendimiento le está dando a su estadística de goles. O bien para que filtre algún balón a sus compañeros.

Embed from Getty Images

Estas situaciones han provocado que sume cerca del doble de disparos por partido (2,1 > 1,4), pases clave (2,9 > 1,8) y faltas a favor (2,9 > 1,7), además de dar también el doble de pases por partido (44,4 > 25) que la campaña pasada, estadísticas demoledoras que resaltan el acierto de estas nuevas funciones, a lo que además hay que añadirle una mejor toma de decisiones.

Su ubicación en el campo, no obstante, propicia que realice menos centros (0.7 < 1,2) pero a su vez, busque más el pase largo diagonal (5.7 > 1,8), sobre todo a otro argentino, Ignacio Pussetto, recién llegado de Huracán, que está dejando muy buenas sensaciones por su lectura a la hora de atacar los espacios, siendo un cuchillo entre el lateral y el central para aprovechar los balones que sirve De Paul.

Su reciente buen nivel le ha valido para ser llamado por Scaloni y estar presente en la lista de Argentina para enfrentarse a Irak y Brasil

Su reciente buen nivel le ha valido para ser llamado por Scaloni y estar presente en la lista de Argentina para enfrentarse a Irak y Brasil. El transcurso de esta Serie A irá mostrando si es un espejismo o una realidad esta nueva versión de Rodrigo De Paul, mucho más madura a sus 24 años.

Fuente imagen principal: Emilio Andreoli/Getty Images.