Fabián Ruiz en la falda del Vesubio

Nápoles es Nápoles. No es una plaza como las demás. No es una hinchada común. No es un contexto corriente para un futbolista. Ni mejor ni peor; distinto. Con sus cosas buenas, y con sus cosas malas. Con sus cánticos, con su pasión sin límites, con un presidente extravagante, con sus problemas socioculturales, pero, sobre todo, con una ciudad entregada al único equipo del que puedes ser aficionado sin tener que esconderte por las calles partenopeas. Una ciudad con un sogno nel cuore, que no es otro que el Napoli torna campione. Una sociedad pintoresca, desordenada, muy suya, muy sureña, y con una ilusión incalculable para encontrar nuevos ídolos que los representen. El último en llegar, un chico de Los Palacios con un talento innato para jugar al balón. Fabián Ruíz (3 de abril de 1996) bajo los focos del San Paolo.

Criado en las inferiores del Real Betis, Fabián llegó al benjamín del conjunto sevillano con apenas ocho años, en 2004. Desde entonces y hasta los años posteriores a su adolescencia, fue quemando etapas por las distintas categorías de formación, pero siempre vistiendo la camiseta del equipo de su corazón, el Real Betis Balompié. Llegados a este punto, en 2014 y siendo juvenil de segundo año, empezó a hacerse un hueco en el Betis Deportivo, el filial verdiblanco, por aquel entonces en Segunda División B. Su debut con el primer equipo se produjo esa misma campaña, en diciembre de 2014 y ante el Lugo, cuando Juan Merino, el entrenador que tuvo en sus primeros meses como juvenil, pasó a hacerse cargo de la primera plantilla. Fue un premio merecido, aunque ese año lo pasó íntegro con el filial, y ya fue en la 2015-16 cuando comenzó a alternar filial con primer equipo con mas frecuencia. 12 partidos ligueros en la máxima categoría del fútbol nacional fueron su recompensa.

Debido a la inestabilidad que sufría el Betis por aquel entonces, no pudo hacerse un hueco para formar parte de ese grupo, y el club decidió cederlo al Elche, equipo donde jugó la 2016-17, y lugar que le ayudó a crecer para ser el futbolista que es a día de hoy

Debido a la inestabilidad que sufría el Betis por aquel entonces, no pudo hacerse un hueco para formar parte de ese grupo, y el club decidió cederlo al Elche, equipo donde jugó la 2016-17, y lugar que le ayudó a crecer para ser el futbolista que es a día de hoy. Fruto de sus buenas actuaciones con el conjunto ilicitano, y ya con Quique Setién en el banquillo verdiblanco, su gran oportunidad llegó en verano de 2018: el entrenador cántabro depositó sus esperanzas en él y no le tembló el pulso en el momento de ponerle en el once inicial en sus primeros partidos. Y de ahí ya no le movió nadie. El contexto le ayudaba, se sentía a gusto, jugaba desacomplejado y la presión no le pudo en ningún momento: había nacido una nueva estrella en el Benito Villamarín. El rol le beneficiaba. Setién lo colocó de interior con vuelo en el 3-5-2 que planteaba, con un mediocentro guardándole las espaldas, siendo libre para incorporarse y llegar desde segunda línea. Moviéndose por los pasillos interiores, siendo vértice central en gran parte de las circulaciones béticas, y formando buenas sociedades con futbolistas de su mismo perfil. Dejó actuaciones antológicas como la del derbi en el Pizjuán, y eso le terminó valiendo el traspaso a un club con mayor potencial y con un proyecto mas ambicioso en verano. Nápoles le esperaba.

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Sus inicios en el sur de Italia no han sido fáciles, tuvo problemas musculares en el inicio de la pre-temporada, y entre eso y el buen estado de forma que arrastraba Zielinski, se le hizo muy complejo entrar en el XI inicial de Carletto. Su debut llegó en Belgrado, ante el Estrella Roja, mas ese día no pudo demostrar sus innumerables habilidades pues el contexto grupal no ayudó. Entrado octubre, y ya con el esquema definido por parte del técnico italiano, terminó encontrándole encaje. No en su posición ideal, pero era demasiado osado tener semana sí semana también a un futbolista como Fabián en el banco de reservas. Y, en este novedoso 4-4-1-1 que plantea Ancelotti, Fabián se ha asentado como mediocampista por el carril zurdo. Como bien comento, su rol ideal no sería ese, pero con el doble mediocentro Hamsik-Allan asentadísimo y con este nuevo Insigne mediapunteando a las espaldas de Mertens/Milik, era la única vacante disponible para el futbolista andaluz.

Podríamos decir que el sistema no le potencia, no está diseñado para él, parte siempre desde su perfil natural, su ratio de acción ha disminuido considerablemente comparado con el del Betis, pero todos estos obstáculos los supera con enorme inteligencia y madurez

Podríamos decir que el sistema no le potencia, no está diseñado para él, parte siempre desde su perfil natural, su ratio de acción ha disminuido considerablemente comparado con el del Betis, y al recibir el campo se le cierra (fruto de ser zurdo jugando por la izquierda), pero todos estos obstáculos los supera con enorme inteligencia y madurez, adaptándose al nuevo rol y facilitando el funcionamiento del cuadro napolitano. No todas sus actuaciones han sido situado en esa zona, en Udine jugó por dentro haciendo pareja con Allan y su actuación fue soberbia, y ante el Parma, pese a jugar por fuera, ejerció de Callejón actuando por el perfil diestro. Pero si bien es cierto que su posición de partida es novedosa para él, en las últimas semanas está empezando a agarrar una confianza y una implicación en la idea de Ancelotti que lo convierte en alguien diferencial. Está formando buenas sociedades con Insigne, y será muy interesante cuando vuelva Ghoulam, pues en fase ofensiva siempre tiende a terminar en posiciones centradas, y todo ese carril zurdo será una mina de oro para el argelino. Asume responsabilidades en tres cuartos, la pide a la espalda de los mediocentros para rápidamente orientarse y buscar el disparo desde media distancia (posiblemente, su mayor virtud).

Imagen propia.

El gol en Genoa demuestra precisamente esto, que parte desde fuera por mero esquema y por crear equilibro en fase defensiva, porque en estático siempre termina en posiciones frontales para buscar el remate o el último pase. Otro factor que le está ayudando a crecer a pasos agigantados es el manejo de su cuerpo. Está aprendiendo a potenciar su envergadura, pues es un factor que no se puede pasar por alto cuando hablamos de alguien que roza los 1,90 metros de altura. Si un futbolista de sus capacidades técnicas es capaz de ganar duelos por alto, segundas jugadas, abarcar una cantidad de campo sobrenatural y ayudar en fase defensiva, estamos hablando de un centrocampista completísimo. Se trata del típico interior dinámico, tanto en defensa como en ataque, que te ofrece ida y vuelta, pero además clarividencia en la decisión, calma si es necesaria, y seguridad, muchísima seguridad, fruto de poseer unos valores técnicos altísimos. Hablamos del típico falso lento; futbolistas que dan la sensación de que el ritmo los sobrepasa, que ralentizan el juego y les cuesta ser dinámicos, pero no es así. Todo lo contrario, su rapidez mental a la hora de ejecutar acciones es soberbia, y su conducción es letal. Esto es sólo el inicio, todavía le falta asentarse en el engranaje napolitano y adquirir ciertos automatismos con y sin balón, mas el producto final, pese a no estar jugando en una posición familiar, puede terminar siendo algo realmente impactante.

Si un futbolista de sus capacidades técnicas es capaz de ganar duelos por alto, segundas jugadas, abarcar una cantidad de campo sobrenatural y ayudar en fase defensiva, estamos hablando de un centrocampista completísimo

Realmente tiene todo lo necesario para asentarse en la élite europea durante la próxima década: un físico importante, astucia, olfato, dinamismo, trabajo y generosidad en los esfuerzos, pero, sobre todo, unas capacidades técnicas prodigiosas. Está en el sitio idóneo para terminar convirtiéndose en un referente tanto en el combinado nacional como a nivel de clubes. Este es Fabián Ruíz, todo eso que los niños que juegan a la pelota a las orillas del Mar Tirreno y en las calles contiguas a la Piazza del Plebiscito aspiran a ser algún día.

Fuente imagen principal: Getty Images.

 

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