Napoli: Karnezis; Malcuit, Albiol, Koulibaly, Hysaj (Mario Rui 74′); Callejón, Diawara (Allan 59′), Zielinski, Ounas (Milik 59′); Mertens, Insigne.
Chievo: Sorrentino; Depaoli, Bani, Rossettini, Barba; Radovanovic, Obi (Stepinski 65′), Hetemaj, Birsa; Meggiorini (Cacciatore 75′), Pellissier (Kiyine 62′).
- UN NAPOLI EN EL QUE REINÓ LA IMPRECISIÓN | Parece mentira viendo el once que disponía Ancelotti, en el que predominaban jugadores de elevada técnica como Zielinski, Ounas, Mertens e Insigne; pero fue lo que ocurrió. Seguramente la lluvia no ayudó, pero el Napoli acumuló errores técnicos por doquier, especialmente en controles y pases. Faltó precisión y juego entre líneas para tumbar el repliegue bajo que, como era de esperar, planteó el Chievo. Un mejor segundo tiempo y el contexto del partido acabó otorgando ocasiones al equipo partenopeo, pero no pudo concretar ninguna y saltó la sorpresa.
- Y EN EL QUE NO SE SUPO SACAR PROVECHO DEL BALÓN PARADO | Hasta de veinte saques de esquina dispuso el conjunto local, pero no pudo sacar especial peligro de ellos, sacando en los primeros 45 minutos la mayoría en corto. En días en el que la fluidez brilló por su ausencia y el rival presentaba una fisionomía tan defensiva, es importante sacar partido del balón parado. Y el Napoli no pudo ni hacer cosquillas al Chievo con él.
- ANCELOTTI BUSCÓ LA VICTORIA PERO NO LA ENCONTRÓ | Y es que a media hora para el final del tiempo reglamentario, Carletto dio entrada a Arkadiusz Milik y armó un 4-2-4 con el ariete polaco en punta con Mertens, Callejón en la derecha e Insigne partiendo de la izquierda. Mario Rui también entró minutos más tarde por Hysaj para hacer más larga su banda y suministrar envíos a Milik, a lo que Di Carlo respondió formulando un sistema con tres centrales para proteger su área. Pese a las intenciones de sus cambios y las ganas de ganar que demostró Lorenzo Insigne, los campanos tuvieron que conformarse con un empate que tiene tintes de derrota.
- DI CARLO SE ESTRENA PUNTUANDO EN SAN PAOLO | El nuevo técnico del Chievo, tercer inquilino de su banquillo en la presente campaña, debutó con un resultado que puede recuperar a un grupo que parecía muerto. Desde un repliegue bajo que dificultó a su rival en el último tercio del campo, Di Carlo dibujó un planteamiento que se encargó de hacer bueno un inspirado Stefano Sorrentino, por el que los años no parecen pasar. Su equipo incluso tuvo momentos de sacudirse el dominio rival, y ganó aire en el momento en el que el Napoli más apretaba con la entrada del marroquí Sofian Kiyine (1997), que llevó a su equipo a campo rival de forma muy autosuficiente. Tal como empató el resultado podría haber sido otro, pero no lo fue cuando ningún pronóstico presagiaba un resultado positivo para los veroneses en San Paolo. Veremos si sirve como punto de partida para enmendar el año.
- DECEPCIÓN ANTES DE UN DÍA CLAVE | Si en lo anímico este empate seguro que sabe a gloria en Verona, en Nápoles es la peor forma de abordar el que hasta ahora será el duelo más importante del curso. Tiene trabajo Ancelotti, que deberá mentalizar al grupo de que días así siempre ocurren a lo largo de una temporada para afrontar en plenas condiciones la vital cita del miércoles frente al Estrella Roja.
Fuente imagen principal: Francesco Pecoraro / Getty Images Sport.