A pocos días de finalizar el 2018, la Lazio quiere acabar el año ganando a un Torino que tiene los mimbres suficientes para subirse al carro de los equipos que pelean por puestos europeos. Un partido que, además de presumir de un cartel atractivo, respira aires de ambición.

Con la Champions en el horizonte, los de Simone Inzaghi se ven con la necesidad de abrochar la primera vuelta con unos 3 puntos que confirmen la mejoría de su plantilla. Dos victorias ante el Cagliari y el Bolonia disiparon todas las dudas generadas alrededor del rendimiento biancocelesti, aunque por el retrovisor, independientemente de sus vaivenes, está un Milan que obliga a no fallar. Pese a que los de Gattuso lleven 4 partidos sin ganar, son 3 los puntos que hay de diferencia entre ambos conjuntos. Además, la excelsa racha de la Sampdoria ha aupado a los blucerchiati a la quinta posición, por lo que la contienda se presenta difícil.

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Delante, un Toro entonado que se presenta en el Olímpico con sus mejores galas. Mostrando un juego muy práctico basado en la verticalidad. Un sistema que están rentabilizando los granata. Sin embargo, tres de cuatro partidos sin conocer la victoria han mermado la consistencia que han ido presentando a lo largo del campeonato, aunque ven este encuentro como el idóneo para coger moral de cara a la segunda vuelta. Debilitarían al conjunto más fuerte de esa pequeña liguilla de 9 equipos que se encuentran aglutinados con puntaje similar y confirmarían sus ilusionantes aspiraciones. La de volver a ser un equipo a tener en cuenta en Italia.

Sin lista de convocados, pero con la noticia de que la Lazio ha decidido resolver de mutuo acuerdo la relación contractual con el futbolista Brayan Andrés Perea Vargas –central colombiano que, desde su llegada en 2013, solo ha disputado 33 partidos oficiales-, Inzaghi destacó en sala de prensa su satisfacción con Luis Alberto por su polivalencia y forma de interpretar el juego. Por lo que da a entrever que seguirá empleando, desde la partida, los servicios del español. Walter Mazzarri, por su parte, viaja a Roma con 24 futbolistas, entre los que está Salvatore Sirigu tras superar sus problemas de espalda.

La Lazio quiere cerrar con victoria un año sobresaliente, aunque empañado por la fatídica derrota ante el Inter de Milán que les dejó sin Liga de Campeones. Pero el Torino viene con ganas de hablar la misma lengua que los grandes. Un choque de emociones.

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