Fiorentina: Lafont – Milenkovic, Pezzella (c), Víctor Hugo (Laurini, 22′), Biraghi – Veretout, Edimilson, Benassi – Chiesa (Gerson, 77′), Muriel (Simeone, 73′), Mirallas.
Roma: Olsen – Florenzi, Fazio, Manolas, Kolarov – Cristante, N’Zonzi (Dzeko, 46′) – El Sharawy (De Rossi, 77′), Pastore (Pellegrini, 46′), Zaniolo – Schick.
Goles: 1-0 (Chiesa, 7′), 2-0 (Chiesa, 18′), 2-1 (Kolarov, 28′), 3-1 (Muriel, 33′), 4-1 (Benassi, 66′), 5-1 (Chiesa, 74′), 6-1 (Simeone, 79′), 7-1 (Simeone, 89′).
- LAS ESTRELLAS BRILLAN EN LAS GRANDES NOCHES I La tarde del 30 de enero del 2019 seguirá en el recuerdo de los aficionados de la Fiorentina durante décadas. La goleada que catapulta a La Viola a las semifinales de Coppa no tiene más calificativo que histórica, y el nombre de Federico Chiesa no puede estar acompañado de otro adjetivo que no sea impresionante. La joven estrella de Firenze dejó tres goles, carreras de escándalo, regates imposibles y hasta le dio tiempo a paralizar los corazones de sus tifosi al llevarse la mano a la rodilla tras un choque feo. Su actuación fue espectacular y ya lleva varias semanas consagrándose como uno de los mejores jugadores de Italia en este momento. Cuesta mucho imaginar a Federico Chiesa sin jugar competición europea la temporada que viene y tal vez sea esa la única baza que tenga la Fiorentina para mantener al hijo pródigo en Firenze.
- EL ESPERPENTO DE LA LOBA I Siete goles en cuartos de final de Coppa es intolerable para un equipo que pretende aspirar a todo. Nadie está exento de perder un partido o tener una mala noche, pero la actuación de los de Di Francesco esta tarde ha sido muy mala. En noventa minutos sólo jugaron diez, el resto se arrastraron por el campo a merced de la Fiorentina. Especialmente lamentables fueron las constantes pérdidas que cometieron en la salida del balón los defensas de la Roma, que regalaron multitud de balones en la frontal de su propia área. Si la actuación grupal fue vergonzosa, la actuación individual de Dzeko no se queda nada lejos. Roja directa tras escupir al árbitro que, sin duda, le costará unos cuántos partidos de sanción.
- LA CALMA EN MITAD DE LA TORMENTA I En un partido en el que hasta en ocho ocasiones hay que recoger el balón de las mallas, se podría pensar que sólo destacan los delanteros, para bien, y los defensas, para mal. Pero lo cierto es que uno de los nombres más destacados del partido no anotó ni brilló en las áreas. El partido de Jordan Veretout aguantando el medio campo de los de Stefano Pioli fue excelso, robando constantemente y lanzando balones a las espaldas de la defensa romana a las carreras de Chiesa, Muriel y Mirallas. La guinda del pastel la puso en el último minuto del partido conectando un precioso envío en largo a la carrera de Simeone, que el argentino mandó al fondo de las mallas de la portería de Olsen.
- LA BATALLA DE LA PIZARRA I Si Veretout fue el que sostuvo a la Fiorentina en el centro del campo, nadie se alzó como el guía en la Roma, ni siquiera su entrenador. Eusebio Di Francesco queda realmente señalado como gran perdedor de la tarde noche de hoy tras la desastrosa actuación de su equipo. Su planteamiento fue realmente malo, dejando un mundo entre sus centrales y su portero que Chiesa no dudó en aprovechar. Se equivocó también Di Francesco cuando intentó cambiar el partido en el descanso, ya que el cambio de fichas no podía funcionar sin un cambio en el planteamiento. Por último, pero no por ello menos importante, tampoco fue listo el entrenador de La Loba y no supo detener la sangría de su equipo. A nivel anímico, este 7-1 permanecerá muchas semanas en las mentes de sus jugadores y Di Francesco no supo cómo frenar la goleada y dar por terminado el partido en el minuto 75, cuando el encuentro ya estaba más que finiquitado.
- ¿SE ENCHUFA SIMEONE? I Pese a entrar con el partido ya decidido (4-1 en el marcador y la Roma jugando con 10), Simeone saltó al campo con ganas de guerrear y hacer sangre a La Loba. Consciente de que la llegada de Muriel puede menguar sus minutos, Gio Simeone decidió engancharse a la racha goleadora de su competencia en el ‘9’ (Muriel lleva 4 goles en 3 partidos) anotando un doblete. Muy buenas noticias para el argentino, especialmente si atendemos a la naturaleza de los dos goles. El primero llega tras un certero pase de Gerson que Simeone controla a la perfección, ganando un metro a los centrales rivales y quedando sólo frente a Olsen. El segundo, un desmarque que activa Veretout con un balón en largo, control para continuar la carrera en velocidad y definiendo perfectamente ante el portero sueco. Dos goles de killer: control y definición.
Fuente imagen principal: Getty Images.