La llegada de Ancelotti ha sumado galones a varios integrantes del Napoli que la pasada campaña con Sarri ya asomaban la cabeza. Uno de ellos es el polaco Piotr Zielinski (Ząbkowice Śląskie, Polonia, 1994), que partía siempre como sustituto de Hamsik, pero que esta campaña, tras el cambio de sistema, la reconversión a pivote del eslovaco y su posterior marcha, ha visto cómo crecía su protagonismo en el once napolitano.
El 4-4-2 de Ancelotti dota a Zielinski de mucha libertad en movimientos, ya que juega con los hombres de banda por dentro y son los laterales quienes dan la profundidad al bloque. Y en zonas de interior, el polaco recibe para acelerar el juego a través de conducciones muy explosivas que dividen al rival y sortea contrarios en sus avances.
El 4-4-2 de Ancelotti dota a Zielinski de mucha libertad en movimientos
A esto hay que sumarle la libertad de movimientos de sus compañeros en la punta de ataque, Mertens/Insigne-Milik, que salen mucho de su zona para atraer rivales, juegan de espalda y filtran balones/abren espacios que permiten que explote otra de sus cualidades: el desmarque de ruptura sin balón.
Sus movimientos y conducciones siempre tienen un sentido, aprovechar o generar espacios en las telas de araña que sus rivales suelen tejer, pero Zielinski, pese a ser un futbolista con unas dotes físicas privilegiadas, también almacena mucho juego en sus botas para distribuir el balón en estático con criterio y pausa, además de combinar en corto.
Zielinski tiene unas dotes físicas privilegiadas
Si bien es cierto que sigue siendo un jugador inconstante y desconecta durante los encuentros, sobretodo en bajadas de intensidad, esta es su primera temporada como titular y es un perfil clave para dotar a la zona de ¾ de una opción vertical por dentro, dado que Fabián se ocupa de hacerle llegar los balones desde la zona de pivotes.
Si el físico es una de sus ventajas para atacar, también lo es para defender, abarcar campo y cerrar parcelas de campo más anchas. El problema es que en ocasiones da la sensación de que está más centrado en atacar que en defender y no coordina los repliegues y las marcas con sus compañeros en fase defensiva.
A sus 24 años, el crecimiento que tiene es todavía muy alto y forma parte de la nueva oleada de jugadores jóvenes que están dando un pasito adelante en el Napoli junto a Malcuit, Milik o Fabián, que con Ancelotti están dotando al cuadro partenopeo de más consistencia, variantes, competitividad y seriedad en todas las competiciones en la ‘era post Hamsik’.
Fuente imagen principal: Getty Images.