Inter y Atalanta firman las tablas en el Meazza

INTER (4-2-3-1) | Handanovic; D’Ambrosio, Skriniar, Miranda, Asamoah; Brozovic (Nainggolan, 23′), Gagliardini (Valero, 66′); Politano (Baldé, 77′), Vecino, Perisic; Icardi

ATALANTA (3-4-1-2) | Gollini; Mancini, Djimsiti, Palomino (Masiello, 61′); Hateboer, De Roon, Freuler, Castagne; Pasalic (Barrow, 74′); Ilicic (Pessina, 82′), Gómez

  • ENÉSIMO BUCLE INTERISTA | No tanto por el resultado, que del todo negativo no es, sí más por el ritmo de juego y las pocas soluciones con balón. Esta vez ante uno de los mejores combinados del campeonato nacional, pero el Inter tuvo otro de esos partidos plomizos, aburridos, monótonos y soporíferos. Y ya van unos cuantos en este curso. Hoy, sacando un once con muy pocas novedades de inicio, fue incapaz de imponerle un ritmo elevado a su juego y en ningún momento dominó el escenario, apenas dispuso de ocasiones manifiestas para anotar y, otra vez más, el aficionado se fue a casa con la sensación de que no ha presenciado el partido de su vida, la verdad.
  • LA BAJA DE BROZOVIC CONDICIONÓ | A los 23 minutos de juego el mediocentro croata sufrió una rotura muscular en un sprint, por lo que tuvo que ser sustituto y, posiblemente, tenga para unas semanas de baja. Hasta ese momento la fluidez del Inter era correcta, tampoco estaban basculando de un lado a otro con una velocidad endemoniada pero sí había cierto ritmo de circulación. El rol de Brozovic era importante para superar la presión del Atalanta en campo rival; con él retrocediendo su ratio de acción para ayudar en salida y el otro mediocentro escalonándose en diagonal a su derecha, el Inter fue capaz de avanzar metros con cierta asiduidad y encontrar espacios a la espalda de la pareja de mediocentros visitante. A partir de la sustitución de Brozo, Spalletti le dio entrada a un Nainggolan que había sido suplente en detrimento del uruguayo Matías Vecino (dejó buenas sensaciones de mediapunta atacando espacios), y el mencionado Vecino retrocedió unos metros para situarse en una altura similar a la de Gagliardini, dejando la teórica mediapunta para el belga. Ahí el Inter perdió soluciones con balón, fue menos capaz de hacer llegar balones limpios a los extremos y a menudo se vio superado por la verticalidad asociativa del Atalanta, que sí tenía esos automatismos adquiridos.

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  • ATALANTA SIN COMPLEJOS | Era de esperar que el conjunto bergamasco saliese a morder arriba, a intentar imponerle un ritmo alto al choque y a encontrar un escenario donde fuese capaz de transitar con verticalidad, y así fue, pero no por ello deja de ser menos admirable. No descubriremos América diciendo que el trabajo de Gasperini en la Sociedad es sobresaliente, no sólo por tener a un conjunto trabajado, con una idea clara y reconocible, sino por tener continuidad en esa precisa idea, demostrarla con hechos tangibles en la tabla clasificatoria y sacar el máximo jugo de todos y cada uno de sus jugadores. Hoy, sin la que posiblemente es su mayor amenaza ofensiva (Zapata sancionado por 5a amarilla), modificó ciertamente su plan ofensivo con algún que otro retoque en la mediapunta; entró Pasalic para enganchar con el Papu Gómez e Ilicic por delante y, pese a que a priori puede parecer una modificación defensiva, las piernas del croata ayudaron a darle más agresividad en la presión al cuadro visitante. La actuación de ambos carrileros fue importante, tanto la repetición de esfuerzos y fabulosa toma de decisiones de Hateboer (está para mucho más) como la imprevisibilidad de Castagne jugando a perfil cambiado y siendo capaz de salir por ambos lados, fue una de las mayores amenazas para el Inter en todo el enfrentamiento.
  • EL JARDÍN DE JOSIP ILICIC | Hay tipos sumamente especiales. Normalmente esos tipos acostumbran a ser los más imprevisibles, anárquicos, confusos y, por ende, los más propensos a desconectar. Josip Ilicic al fin y al cabo no deja de tener 31 años, es una lástima que este pico de forma le llegue tan tarde, es posible que nunca tenga la oportunidad de brillar en un grande. Si no lo hace nunca, será, a parte de por muchos otros factores, por algunos de los mencionados anteriormente. Por fútbol desde luego que no. Hoy se ha exhibido, se ha erigido como la individualidad más especial dentro de un choque con individualidades muy especiales y su zurda de seda ha dejado rastro sobre el verde del Giuseppe Meazza. Detalles en el recorte, en el giro, en apoyos, en conducciones y, sobretodo, en la función del tercer hombre. Ahí ha sido un auténtico factor indescifrable para la defensa del Inter, en posiciones intermedias entre central y mediocentro ha encontrado su zona y ha aprovechado sus enormes dotes técnicas para atacar el espacio. Intermitente, claro. Como todos los genios. Las mentes más brillantes son las que más tiempo necesitan de descanso para volver a producir momentos que, las demás, son incapaces de siquiera imaginar. No es casualidad que los futbolistas más finos y dotados técnicamente sean los más propensos a la desconexión.
  • LA ZONA CHAMPIONS SE APRIETA | Con el punto del cuadro dirigido por Gian Piero Gasperini en tierras lombardas, los puestos de acceso directo a la máxima competición de clubes se aprietan todavía más. Con la victoria de la Roma en Genoa ante la ‘Samp’, la derrota del Milan en Turin y el empate de la Lazio en el Olímpico de Roma ante el Sassuolo de De Zerbi, hay 4 equipos en apenas dos puntos. Los bergamascos suman 52 y empatan a puntos con el Milan de Gattuso, por lo que las opciones del Atalanta de entrar en Liga de Campeones no son ningún imposible. El Inter por su parte, encabezando el grupo fuera de Juve y Napoli, se encuentra con 57 puntos y a 5 de la quinta plaza, parece claro favorito para conquistar una posición de acceso directo a Copa de Europa, mas el partido de hoy era una final, y no se ha ganado. Deberán mantener una dinámica positiva o de otra forma el objetivo de la temporada se podrá complicar.

Fuente imagen principal: Getty Images.

 

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