Arsenal: Cech; Sokratis, Koscielny, Monreal; Maitland-Niles, Torreira (Elneny 77′), Ramsey, Kolasinac; Özil (Mkhitaryan 67′); Aubameyang, Lacazette (Iwobi 67′).
Napoli: Meret; Hysaj, Maksimovic, Koulibaly, Mario Rui; Callejón, Allan, Fabián (Ounas 82′), Zielinski; Insigne (Younes 82′), Mertens (Milik 66′).
Goles: 1-0 (Ramsey 14′), 2-0 (Koulibaly pp 25′).
- LA IMPORTANCIA DE UNAI EMERY | El técnico gipuzcoano ofreció una masterclass en su competición favorita. La presión alta del Arsenal noqueó por completo a un Napoli carente de soluciones y que no consiguió salir de campo propio en toda la primera mitad. El plan de Unai Emery cortocircuitó a los partenopeos, que con Fabián y Allan recibiendo de espaldas y naufragando en el encuentro no pudo tener continuidad con balón en ningún momento. Y no solo eso, sino que consiguió provocar numerosas pérdidas, como las de Mario Rui y Fabián en ambos tantos del Arsenal, que permitieron volar con Özil, Ramsey o Aubameyang en superioridad numérica, a campo abierto y con desajustes rivales a los Gunners. El plan de Unai y la ejecución del mismo de su equipo marcó diferencias.
- FALTA DE CARÁCTER NAPOLITANO | La falta de jerarquía y personalidad en las grandes noches parece un mal endémico de la plantilla del Napoli. Si bien es cierto que no tener nada por lo que jugar en Serie A no ha sido la mejor preparación para la eliminatoria, la falta de motivación en dicha competición era peligrosa por la dificultad que reside en cambiar de mentalidad de una semana a otra. Esto no hace sino revelar unas carencias caracteriales que viene acompañando durante años a un grupo de jugadores tan notable como falto de rebeldía a excepción de ocasiones puntuales. La superioridad británica apenas encontró respuesta, y más allá del plano técnico-táctico lo intangible quizás fue lo más decepcionante de una noche por que tanto tiempo se había estado esperando. San Paolo en plena ebullición es el clavo ardiendo para que esta virtud al parecer ausenta salga a relucir.
- UNA VÍA PARA HACER DAÑO | Y con todo lo malo que tuvo el partido del cuadro campano, lo cierto es que cuando, por meras cuestiones físicas, el Arsenal aflojó en su presión, el Napoli pudo progresar con balón por primera vez en el encuentro y halló una manera de hacer daño: los envíos hacia los desmarques largos sobre el espacio que se generaba entre central y carrilero o entre centrales gunners. Por ahí encontraron los de Ancelotti el único resquicio para generar ocasiones claras, pero Insigne o Zielinski perdonaron en las acciones de esta tipología que acabaron en remate.
- LA SUPLENCIA DE MILIK | Desde el día anterior al choque se especulaba con que Carletto iba a optar con la dupla Insigne-Mertens en punta y así fue. Por más que la intención de perturbar a los centrales gunners con la movilidad del belga y el italiano era lógica y clara, dejar en el banquillo al delantero que está protagonizando mejor temporada no deja de ser sorprendente, y más cuando Insigne ha estado fuera de los terrenos de juego las últimas tres semanas. Más allá de estados de forma, se echó de menos la presencia en el área que por perfil de delantero podía ofrecer el polaco. No tiene pinta de que Ancelotti vaya a apostar por lo mismo en la vuelta.
- EL RESULTADO, LA MEJOR NOTICIA PARA EL NAPOLI | Lo es porque bien pudo el Arsenal llevarse a Nápoles un resultado más abultado, pero el desatino propio y un inconmensurable Alex Meret evitaron que así fuese. El portero friuliano, poco reconocido a nivel internacional, ofreció una carta de presentación inmejorable para quienes no le conociesen, con un repertorio de paradas e intervenciones que resaltaron la técnica y las aptitudes de un guardameta tan seguro como decisivo. De esta manera, el Napoli se agarra a contar con un San Paolo lleno hasta la bandera, recuperar su mejor versión y al pobre rendimiento inglés lejos del Emirates para soñar con la remontada. El jueves que viene, segundo y definitivo episodio.
Fuente imagen principal: Catherine Ivill / Getty Images Sport.