Aurelio De Laurentiis estaba muy cabreado tras el Napoli 2-2 Atalanta que dejaba a los partenopei fuera de Champions League. Un penalti no pitado sobre Fernando Llorente en los últimos minutos (el VAR lo revisó y opina que hay falta del español sobre Kjaer antes) y el siguiente gol de Ilicic provocaron el estallido en el San Paolo.
«Estamos cansados de ser partidarios involuntarios de este arbitraje. Este es el juego más hermoso del mundo que están tratando de envenenar. Pido claridad y respeto. Tengo derecho a ser escuchado», declaraba el dueño del Napoli tras el partido.
Y añade: «¿Y luego que hacemos con los pobres aficionados? Este fútbol está absurdamente enfermo. No podemos permitir que la mayoría de los equipos de alto nivel de la Serie A tengan 300 millones de deudas para que encima estos señores arbitren».
Además, habló sobre Gian Piero Gasperini, técnico de la Atalanta: «La Atalanta es un equipo que respeto mucho y Gasperini es un gran entrenador. Todavía tengo un contrato firmado en mi oficina, entre 2011 o 2013, antes de renovar a Mazzarri por otros dos años. Fracasó con el Inter pero fue bueno en Génova y muy bueno en Bérgamo, obviamente es difícil trabajar en grandes clubes donde la propiedad no tiene contacto directo con el entrenador. También debo felicitar a mis jugadores, quedan muchos partidos y tenemos la oportunidad de recuperarnos».
Además, Carlo Ancelotti, que fue expulsado por protestar, atacó duramente el arbitraje: «Hay un claro desinterés del jugador rival por el balón», declara en referencia al posible penalti de Kjaer sobre Llorente. «Ni siquiera quiero quedarme aquí para discutir si es penalti o no, me parece evidente. El arbitro me dijo «ayúdame a resolver las cosas», le dije «¿Pero tienes dudas de que puede ser penalti?»… Y él me echó. Me siento un poco decepcionado, me siento un poco atacado a mi seriedad, profesionalismo, mis jugadores y el club».