Con Carlo Ancelotti sancionado, fue su hijo Davide (además, segundo entrenador del Napoli) el que estuvo en el banquillo para el Derby del Sole ante la Roma. Y tras la derrota (2-1) no estaba contento.
El partido. «En la primera mitad final comandamos el partido, desafortunadamente no tuvimos suerte de cara al gol y nos encontramos con el palo. Sin duda habría cambiado el curso del partido si hubiéramos marcado. En general, no estamos satisfechos con el rendimiento porque hemos estado fluctuando».
Problemas del equipo. «No existe la sensación de que el equipo sufra o de que no tenga convicción. Debemos analizar el momento y debemos reaccionar de inmediato porque el martes tendremos un partido decisivo por la Champions League y espero una gran respuesta del equipo».