Carlo Ancelotti ya había avisado durante la semana que no estaba de acuerdo con la decisión de Aurelio De Laurentiis, el dueño del equipo, de concentrar a la plantilla durante toda la semana tras la derrota en Roma. No surgió el efecto deseado, cómo se demostró tras el 1-1 en Champions ante el Salzburgo, aunque es cierto que el Napoli gozó de ocasiones para ganar el partido.
Y al acabar el partido de Champions, todo explotó y saltó por los aires. Como reconstruye el diario ‘La Repubblica’, la primera señal fue la negativa de Ancelotti, que prefirió no asistir a la conferencia de prensa organizada por la UEFA, con lo que conlleva: una multa para el club. Desapareció del San Paolo.
Minutos después, los jugadores se negaron a subir al autobús que los llevaría de vuelta a la concentración de Castel Volturno y cogieron sus automóviles particulares, rumbo cada uno a su domicilio particular. Se negaban a continuar concentrados.
El presidente ya se había ido, y su hijo Edoardo le informó sobre los acontecimientos ocurridos. «Volvemos a nuestra casa, dile a tu padre…», cuenta dicho medio que le dijo Insigne (el capitán) al hijo de De Laurentiis, vicepresidente del club napolitano.
Por lo tanto, el equipo decidió, a pesar del intento de mediación de Ancelotti, ya que el técnico fue el único que durmió en Castel Volturno, citando a los jugadores para esta mañana, en una sesión de entrenamiento habitual con el objetivo de preparar el partido del sábado ante el Genoa, en el San Paolo.
Ahora, el Napoli ha comunicado que tomará medidas tras la decisión de los jugadores de no continuar con la concentración programada por De Laurentiis. Se espera sanción económica como medida disciplinaria y, además, especifican que la responsabilidad cae sobre Carlo Ancelotti.
Además, se ha decretado ‘Silenzio Stampa’ hasta nuevo aviso, por lo que nadie del club hablará con la prensa.