Lapadula confesó a Gianluca Di Marzio cómo se fraguó su fichaje al Milan en 2016: “Un año antes estaba en Teramo de Serie C, el verano después de que mi agente recibió llamadas de los muchos clubes que querían comprarme. Estaba a punto de ir a Génova, pero el presidente Sebastiani bloqueó todo: Berlusconi me llamó, me explicó, y quiere llevarte a Milán en 24 horas. Tan pronto como escuché sobre Milán, acepté sin pensarlo un segundo«.
Casi cuatro años después fue preguntado Lapadula sobre la maldición del número 9 en el Milan, el que él usó: “No creo en la maldición del número 9, y es inútil subrayar cuánto pesa esa camisa. Cuando juegas para el AC Milan, la camiseta es pesada independientemente del número que hayas elegido. De hecho, estoy seguro de una cosa: si un día el AC Milan me devuelve al equipo, pagaría por volver a vestir el ‘9’«.