La alerta por el Coronavirus y el aplazamiento de diversos partidos (dos de ellos, del Inter) han provocado una guerra abierta entre Giuseppe Marotta, CEO del club nerazzurri, y Paolo dal Pino, presidente de la Serie A.
Todo comenzaba con unas declaraciones de Marotta, que afirmaba que no entendía que el Juventus – Inter no se hubiera jugado a puerta cerrada y que creía que la crisis no se estaba gestionando de forma correcta desde la Lega. «Me preocupa el Inter – Sassuolo del próximo domingo. ¿Qué haremos? No podemos jugar a puerta cerrada, sería absurdo una semana después de que se considerara inadecuado por salud pública. Ya no son una opción», afirmaba el directivo italiano.
Posteriormente, Del Pino contestaba, alegando que el encuentro no se jugaba por la negativa del Inter: «El viernes, el CEO de la Serie A, De Siervo, y yo propusimos al Inter la idea de trasladar el partido con la Juventus al lunes por la noche para poder jugarlo con público. Lo rechazaron categóricamente. Ahora deben asumir sus decisiones».
Marotta, sin embargo, ha vuelto a pronunciarse sobre el tema: «Recibimos una propuesta informal y aleatoria del CEO de la liga Luigi De Siervo para jugar el lunes por la noche que ni siquiera queríamos considerar porque la consideramos poco práctica y casi provocativa. Con respecto al Inter y los millones de aficionados de los Nerazzurri, así como a millones de aficionados del fútbol en general, consideramos que esta propuesta es inaceptable por tres razones. En primer lugar, habría ido en contra de la lógica de proteger la salud pública a no ser que ocurriera la desaparición del Coronavirus en 48 horas. Segunda, porque el estadio habría estado abierto solo para los aficionados de la Juventus, con todas las controversias consiguientes, sin la presencia de nuestros tifosi, lo que habría resultado en una disparidad inaceptable. El tercero, porque el cambio de la Juve-Inter también habría llevado al cambio de la semifinal de la Coppa Italia entre la Juve y Milan al jueves, el mismo día que el Napoli – Inter».
En definitiva, una guerra dialéctica entre Inter y Serie A por una crisis que, parece, seguirá las próximas semanas.