El Deadline Day, tal y como se le conoce en Inglaterra al último día de mercado de fichajes, es un día muy especial en Italia. En el Hotel Sheriton de Milán se reúnen todos los directores deportivos de los clubes y se reúnen con agentes e intermediarios para realizar fichajes. ‘Beppe’ Marotta, CEO del Inter, estuvo presente en el hotel, pero no se esperaba prácticamente movimiento en el club, la llegada de Darmian estaba hecha y solo había que cerrar unas salidas que había pendientes.
Pero los directivos del Inter de Milán se encontraron con una sorpresa en la mañana de este domingo. Borussia Dortmund y Hertha Berlin llamaron al club ‘nerazzurro’ y vinieron muy interesados en Christian Eriksen, fichaje interista que no ha terminado de funcionar con Conte y que cada vez se queda con menos opciones con la llegada de Arturo Vidal, con la vuelta de lesiones de Stefano Sensi y con el momento de forma de Alexis Sánchez, pero ambos equipos alemanes desestimaron el fichaje del danés por los altos costes que exigía el Inter, según Sky Sport Italia.