Nuevas noticias sobre el ‘caso Luis Suárez’. La directora Giuliana Grego, la directora Simone Olivieri y los profesores que examinaron al jugador azulgrana Luis Suárez han sido suspendidos de toda actividad durante 8 meses. De hecho, las investigaciones han resaltado que «los contenidos del examen habían sido comunicados previamente, alcanzando la predeterminación del resultado y la puntuación del examen para corresponder a las peticiones que había hecho la Juventus con el objetivo de lograr una imagen positiva, tanto tan personal como para la Universidad».
Según informa ‘ANSA’, los contenidos de la prueba de conocimiento del idioma italiano de la Universidad para Extranjeros de Perugia fueron «comunicados con antelación« al delantero. Según ‘Corriere della Sera’, los presuntos delitos son «la divulgación del secreto oficial con el objetivo de obtener ganancias económicas indebidas y múltiples falsedades ideológicas en documentos públicos». Esto lleva a que los directivos de la Juventus también están bajo investigación.
Desde Italia, el fiscal de Perugia escribe lo siguiente en un comunicado: «Después de las incautaciones del 22 de septiembre de 2020, las investigaciones, continuadas sin interrupción y en estricto cumplimiento del principio de confidencialidad, han corroborado significativamente el marco probatorio que ya se había esbozado para a la organización, por parte de los sospechosos, durante una sesión montada ad personam, de un examen de «farsa», que permitió la entrega del certificado de conocimiento de la lengua italiana de tipo «B1″ al conocido futbolista uruguayo Luis Alberto Suárez, un requisito previo para obtener la ciudadanía. En particular, se supo que el contenido de la prueba había sido comunicado previamente al propio jugador, llegando a predeterminar el resultado y la puntuación del examen, para corresponder a las solicitudes que había hecho la Juventus, con el objetivo de lograr una devolución positiva. de imagen, tanto personal como universitaria».
Además, la Juventus está implicada: «Las investigaciones también permitieron comprender cómo, en los primeros días de septiembre de 2020, la dirección del club de Turín tomó medidas, incluso en los niveles institucionales más altos, para «acelerar» el reconocimiento de la ciudadanía italiana de Suárez, planteando así la hipótesis de nuevos delitos contra personas distintas a las pertenecientes a la universidad, todavía bajo investigación. Compartiendo las hipótesis acusatorias, el juez de instrucción ordenó las medidas cautelares habiendo advertido «el riesgo concreto y actual de que los sospechosos, de no ser sometidos a la debida cautela, vuelvan a proponer conductas delictivas análogas a aquellas por las que proceden, habiendo demostrado consideran a la institución a la que pertenecen y que representan como una res privada gestionable a voluntad».