La guerra está desatada. Los grandes equipos ingleses, españoles e italianos se han revelado contra la UEFA y FIFA y han formado una Superliga que hunde a estos dos organismos pero que se espera que también tenga represalias contra los fundadores de la Superliga. Por ello, el propio presidente de la UEFA, Aleksandr Ceferin, ha confirmado que los jugadores de los clubes de la Superliga no van a poder jugar la Eurocopa y el Mundial que se acercan. Por lo que el juego se aviva.
Pero no solo se aviva en cuanto a repercusiones en el fútbol, sino también en cuanto a represalias personales. Y es que Andrea Agnelli, presidente de la Juventus, era íntimo amigo de Ceferin, hasta el punto que le hizo padrino de su hija, y era presidente de la ECA, la Asociación de Clubes Europeos, institución ligada a la UEFA. Aunque Ceferin no ha perdido el tiempo para romper sus relaciones: «Agnelli es la mayor decepción de todas. Nunca he visto una persona que mienta tantas veces y que sea tan persistente como lo ha hecho. Hablé con él el sábado por la tarde y me dijo que todo son mentiras. La codicia permite que todos los valores humanos se evaporen».