El Inter de Milán dio por cerrado su mercado de fichajes a falta de dos días, cuando Marotta explicó a Sky Sport que no iba a acometer ningún fichaje. Y eso que tuvo el ofrecimiento de futbolistas como Fernando Llorente a última hora, algo que confirmaron desde los medios italianos a pocas horas de terminar el mercado. Sin embargo, la decisión de Marotta parecía irrevocable y eso no cambió en ningún momento el martes.
Y pese a ser uno de los mercados más complicados para los ‘nerazzurri’, por las marchas de Conte, Achraf Hakimi y Romelu Lukaku, las sensaciones son buenas pero hay que trabajar en las renovaciones. Y las dos primeras en las que el club ha puesto su mirada son la de Marcelo Brozovic y la de Nicolò Barella.
Brozovic termina contrato el próximo 30 de junio y en el Inter quieren cerrar su permanencia en el club cuanto antes. Mientras que a Nicolò Barella quieren atarlo para que ningún club haga con él lo mismo que han hecho con Lukaku y compañía. Por lo que si se acaban produciendo, el Inter tiene centro del campo para muchos años con los dos, con el fichaje de Calhanoglu y con el contrato que le hicieron en su momento a un Eriksen que todavía debe de conocer si puede seguir jugando en el Inter y al fútbol.