¿Se queda…? Zlatan Ibrahimovic, con ya 40 años, ha llegado finalmente a la clásica encrucijada que todo futbolista, tarde o temprano, se ve obligado a afrontar: ¿retirarse o seguir adelante? Según informa La Gazzetta dello Sport, en el Milan nadie imagina que la despedida es inminente. El resultado de Suecia en los playoffs de la Copa del Mundo podría influir en su elección, pero está claro que Zlatan todavía quiere jugar.
El Milan ha aceptado el papel de comodín de lujo y guía para los más jóvenes, y en el futuro podrá desempeñar otros roles dentro del club, pero con una certeza: su centralidad no está en entredicho. Tras las palabras del lunes del sueco desde su país («Siento un poco de pánico ante la idea de renunciar»), la renovación de Ibrahimovic parece más cercana: según informó dicho medio, los directivos del Milan le garantizarían un compromiso con una parte fija considerablemente inferior a el actual, digamos alrededor de 2 millones, con la inclusión de un bono simbólico vinculado a la cantidad de partidos jugados. El Decreto de Crecimiento (y sus bonificaciones fiscales), facilitarán el acuerdo.
Al mismo tiempo, la idea del Milan es continuar con Ibrahimovic más allá de la retirada, ya sea en el staff técnico o como parte de la directiva. El sueco parece más orientado a hacer carrera como dirigente que como entrenador.