El Inter consiguió un empate vital para sus aspiraciones en Champions. Empató, acarició la victoria, pero sobre todo sobrevivió. Porque pese a ponerse dos veces por delante en el marcador, con 1-2 y con 2-3, acabó resistiendo pese a los dos goles finales de Lewandowski y roza con la yema de los dedos los octavos de final.
Precisamente uno de los culpables de lo que sería un gran partido defensivamente, fue André Onana, que acabó recibiendo tres goles en los que pudo hacer poco en cada uno de ellos y acabó siendo uno de los hombres del partido por su importancia en sacar la pelota desde atrás.
Ante ello, fue preguntado por su inexperiencia tras el partido, algo que no le gustó precisamente. A lo que respondió: «¿Si ha sido una prueba de madurez? Cierto, me han fichado para ello. He jugado más de trescientos partidos, la experiencia a mí no me falta, por eso me fastidia que se hable de inexperiencia. Estoy contento por el trabajo de todos».
Además, añadió que se lleva muy bien con Samir Handanovic, su competencia natural y que le aconseja durante los partidos: «Hablo mucho con él. Durante la semana he jugado mi primer partido de Serie A y Samir me da muchas indicaciones sobre el terreno de juego, los adversarios y sobre qué adoptar en cada circunstancia».