Lío en Italia. «No recuerdo cuándo me pagaron el último sueldo, pero sé muy bien que la Juventus todavía me debe dinero». Así habló Paulo Dybala el pasado 21 de febrero a los agentes de la Guardia di Finanza que investigan los presupuestos de la Juventus como parte de la investigación Prisma. Según el grupo de magistrados que coordina la investigación y que está integrado por Mario Bendoni, Ciro Santoriello y el diputado Marco Gianoglio… la Juventus habría falsificado sus cuentas con plusvalías ficticias y maniobras salariales, es decir, el aplazamiento de los salarios de los jugadores durante el período COVID.
En el caso concreto de Dybala -escribe La Gazzetta dello Sport hoy- el acuerdo con el argentino se refiere a la segunda maniobra salarial, la relativa a la temporada 2020/21, con el actual delantero de la Roma que aún debe ser pagado por su ex club en la cantidad de 3,7 millones de euros que hacen referencia a las mensualidades que aún no ha cobrado.
“Cuando hicimos el acuerdo para la cesión de salarios –cuenta Dybala a los investigadores en Roma–, sabíamos que si yo aún tenía contrato, los salarios atrasados se pagarían como un aumento de los siguientes, si en cambio los dejaba. tendría que pagarme inmediatamente. Sé que en abril de 2023 la Juventus tiene la última oportunidad de pagar esos 3 millones más o menos. Si no, mi abogado hará las solicitudes por escrito, aunque espero que no llegue tan lejos. Quiero que me devuelvan mi dinero pero sin interponer ninguna demanda, evitándome problemas a mí ya la Juventus».
Los 3,7 millones no entregados a Dybala aparecen en el presupuesto 2021/22 de la Juve bajo el epígrafe «previsión de riesgo», mientras que por ejemplo no están los destinados a Cristiano Ronaldo y la famosa Tarjeta CR7. El acuerdo privado entre el argentino y el club se ha encontrado, junto a otros, y está firmado por ambas partes, pero no ha sido archivado en la Serie A. Por esta última razón, Dybala corre el riesgo de ser inhabilitado de la fiscalía federal.
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