Se avecinan movimientos en San Siro. Pero antes, hay que cerrar los objetivos. El Milan es dueño de su propio destino. Ahora la Champions depende solo de los rossoneri. Tres puntos son suficientes para tener certeza aritmética de que la próxima temporada también, por tercera vez consecutiva, el Milan se beneficiaría de la máxima competición de clubes de Europa y jugará la Champions League. Un resultado cercano pero a la vez fundamental porque es clave para la programación del club.
Y la Juve vuelve a estar en el medio. Hace dos años el 0-3 en el Stadium fue decisivo. Hace tres años, en el segmento liguero post-confinamiento, una remontada por 4-2 en San Siro supuso el punto de reinicio del Milan de Pioli. Juventus fuera y Verona en casa para cerrar una temporada particular. Llena de altibajos en la liga pero potenciada por la inesperada semifinal de la Champions League, pese a la eliminación a manos del Inter.
Revolución veraniega
Poner un pie en Europa permitirá las inversiones y presupuestos necesarios para volver a competir en la Serie A y en la Champions League. Será un verano de revolución en Milanello, afirma Sky Sport Italia. Muchos se irán: ciertamente Tatarusanu, Mirante, Dest, Bakayoko, Vranchx, Origi, Rebic. El futuro de Gabbia y Ballo-Touré es incierto, al igual que el de Ibrahimovic (pero por razones diferentes, su estado físico en este caso).
Luego se abordará el tema de De Ketelaere. Ya sea para venderlo directamente, ya sea para enviarlo cedido con la esperanza de un resurgimiento, o para darle una oportunidad más en el Milanello. El tema es delicado y ciertamente central en la programación de verano. Así como la posible compra de Brahim Díaz desde el Real Madrid. Luego llegarán dos centrocampistas. Más un centrocampista ofensivo y un delantero de primer nivel. En definitiva, será un verano largo e intenso. Pero primero deben cerrar la clasificación a Champions, más cercana tras la sanción a la Juventus.