Pocas características son más apreciadas por un entrenador de fútbol que la capacidad que tiene un jugador para crecer, evolucionar y aprender. Lo demás, la técnica, la capacidad física, la inteligencia… son aspectos innatos en el jugador en la mayoría de los casos. Si a eso, además, le añades la capacidad de saber escuchar, el camino es mucho, mucho más sencillo. Y ahí, en una mezcla de todo lo anterior pero, sobre todo, con lo último bien aprendido, es donde se encuentra Dennis Praet. El belga debutó en la Jupiler Pro League de Bélgica como un jugador muy distinto al que vemos hoy día en la Serie A. Y bueno, porqué no decirlo, un jugador mucho mejor el que vemos ahora en la Sampdoria que el que veíamos en el Anderlecht. Esta es su historia. La suya y la de su proceso de crecimiento como futbolista.
Dennis Praet nació el 14 de mayo de 1994 en la universitaria ciudad de Leuven (Lovaina), a unos 30 minutos al este de Bruselas. Allí comenzó a dar sus primeras patadas al balón, y con tan solo ocho años fichó por su primer club de élite. Viajó más al este aún para jugar en la cantera del KRC Genk, en la provincia de Limburgo. La cantera del Genk estaba en auge y talentos como Thibaut Courtois o Kevin De Bruyne se codeaban en los pasillos de las instalaciones del club flamenco con el recién llegado Dennis, que era unos años más joven. Ya por entonces se le consideró desde dentro del organigrama deportivo del club como un ‘’talento superior’’ -una sección de la academia del Genk se dedica única y exclusivamente a preparar a los jóvenes que son denominados con esta etiqueta- y tardó poco en empezar a colocar su apellido en las convocatorias infantiles de la selección belga. Clubes como el Lille, el Arsenal, el Ajax o el FC Barcelona mostraron interés en el joven Praet pero él barrió para casa y decidió poner rumbo al oeste e ir a la capital de su país, Bruselas. El Anderlecht era quien estaba al otro lado del teléfono. Un club gigante, mastodóntico si nos situamos en contexto, y, sobre todo, con una de las mejores academias de Europa: Neerpede. Tras ocho temporadas en la cantera del Genk y con ya 16 años, Praet empezó a entrenar con el equipo juvenil del Anderlecht para debutar en el fútbol profesional a la imberbe edad de 17. Fue el 21 de septiembre de 2011, en Copa, ante el Lommel United. Praet dio dos asistencias en su debut. Además, anotó un gol en su siguiente partido de copa. Pocos meses después renovaba por el equipo malva.
Dennis Praet debutó con el Anderlecht con 17 años. Dio dos asistencias en su primer partido profesional
A partir de entonces, todo fue sobre ruedas para el joven mediapunta. Tras cumplir la mayoría de edad se convirtió en un fijo en las alineaciones de John Van der Brom y sus apariciones se sucedían en liga, copa y competición europea. Era un jugador descarado, habituado a ejercer como el ’10’ del equipo. El futbolista que da el último pase y juega por detrás del punta, el que conecta al delantero con el resto del equipo. En su primera temporada con ficha del primer equipo, Praet sumó 39 partidos, incluidos siete encuentros de Champions League entre fase previa y fase de grupos. Anotó cinco goles y repartió 8 asistencias. Estaba claro, ya a su edad era un jugador preparado para el máximo nivel.
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No obstante, a veces su carácter sobre el campo dejaba dudas. Praet tendía a ser un jugador frío, inconstante. Un futbolista que podía desactivarse durante gran parte del encuentro y participar solamente en las labores de ataque. Es cierto que su calidad se podía percibir al verle tocar el balón por primera vez durante un partido pero era complicado que acabase dando el paso a una gran liga si únicamente tenía eso, técnica. Sin embargo, todo se precipitó. El Anderlecht, como buen club vendedor que es, traspasaba cada verano a sus mejores jugadores a las ligas más potentes de Europa y Dennis Praet, de la noche a la mañana y con tan solo 20 años, se encontró como uno de los jugadores con más galones dentro del vestuario malva. La marcha de Lucas Biglia lo convirtió en un interior, con una posición más retrasada sobre el campo. El nuevo 4-4-2 del técnico holandés lo incrustaba en banda derecha, no ya en el centro como mediapunta, aunque alguna vez que otra llegó a jugar en la posición de centrocampista puro.
El joven de Leuven se consagró como una de las mejores armas del equipo bruseliense y mejoró en el ámbito de la regularidad, convirtiéndose en un jugador más constante. Como interior llega al área rival y también a la propia, ganando cada vez más capacidad defensiva pese a su liviano físico. Un jugador con mucha técnica, con una calidad desmesurada y una capacidad para inventar últimos pases propia de pocos jugadores. Un genio que, además, demostraba tener gol.
En 2014, la prestigiosa publicación Het Laatste Nieuws otorgó a Praet el Soulier D’Or o Gouden Schoen (Bota de Oro), el premio que reconoce al mejor jugador de la Jupiler Pro League durante un año natural. En aquella 2013/14 había liderado al Anderlecht hacia el título de liga y se había mostrado como un jugador listo para dar el salto. Ya no podía aprender mucho más en una Bélgica que, en lo que a competitividad se refiere, se le quedaba pequeña. Necesitaba nuevos retos. Y esos retos no llegaron hasta 2016, momento en el que la Sampdoria puso diez millones de euros sobre la mesa para ficharlo.
En 2014, la prestigiosa publicación Het Laatste Nieuws otorgó a Praet el Soulier D’Or o Gouden Schoen (Bota de Oro), el premio que reconoce al mejor jugador de la Jupiler Pro League durante un año natural
El comienzo fue complicado. O, al menos, inesperado. El propio Dennis Praet lo explica en una entrevista con Sport Foot Magazine: »Fue Vincenzo Montella quién pidió mi fichaje pero se ha marchado al AC Milan. Además, mi fichaje llegó tarde, en agosto. Cuando firmé, Giampaolo ya tenía un equipo en mente. Él no me conocía». El belga no fue titular hasta la cuarta jornada, cuando precisamente jugaban contra el Milan de Montella. A partir de ahí empezó a sumar minutos de forma más o menos regular, hasta alcanzar un total de 1.796 minutos repartidos entre 32 partidos, lo que hacen una media de 56 minutos por encuentro. Para muchos, teniendo en cuenta que en 2016 tenía 22 años y era su primera temporada en Italia, estaría bien. Para Praet, no. »Te voy a ser sincero», le comentaba al periodista, »Yo esperaba ser titular desde el primer momento. Pero él tenía su once base… Ahora, él sabe que cuando yo entro al campo puede decidir el partido. Un poco como Dries Mertens: cuando entra, algo sucede. Eso sí, no quiero que nadie piense que soy un suplente». La entrevista es de diciembre de 2016. Llevaba cuatro meses en Italia y estaba claro que quería más, más y más.
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Para que nos hagamos una idea, en su primera temporada en la Sampdoria (2016/17), Dennis Praet jugó la mayor parte de los minutos como interior. Escoltado por Torreira y Barreto, el rol de Praet ya no consistía en dedicarse única y exclusivamente a la creatividad, también tenía que trabajar, recuperar y defender. »En el Anderlecht estaba acostumbrado a jugar como número diez, con dos extremos que abrieran el campo. En la Sampdoria es un pase hacia delante, un pase hacia atrás, otro pase hacia adelante… nunca intentes hacer un pase lateral. La base de nuestro fútbol es simple: la pelota debe ir siempre al espacio, profunda. Jugamos contra equipos que meten muchos futbolistas en el centro del campo y a veces pienso que debemos buscar el espacio en las bandas pero el entrenador cree mucho en su sistema. A Giampaolo le encanta el juego vertical, sin adornos. Si el lateral le da la pelota al creador de juego, los atacantes saben que la pelota les llegará», explicaba el belga en Sport Foot Magazine. Con las ideas del entrenador asimiladas por un grupo de jugadores que creían ciegamente en su entrenador, la Sampdoria fue hacia delante tras una primera temporada de toma de contacto. Y con ellos, Praet también creció.
De los 48 puntos y la décima plaza en la 2016/17, la Sampdoria pasó a los 54 puntos y la novena plaza en la 2017/18 pese a perder por el camino a jugadores tan importantes como Milan Skriniar, Luis Muriel, Patrik Schick o Bruno Fernandes. En cuanto a Praet, el belga disputó la misma cantidad de partidos en Serie A, 32, pero la cantidad de minutos creció hasta los 2.666. Eso significa 82 minutos por encuentro. Es decir, se había convertido en una pieza clave en el esquema de Giampaolo.
Un año después de su primera entrevista en tierras italianas a Sport Foot Magazine, el internacional belga recibía de nuevo en su casa a la publicación francófona. En un momento de la charla, el periodista lanza la siguiente pregunta a Dennis Praet:
Periodista: »Tus estadísticas todavía no son tan buenas como en el Anderlecht. En 46 partidos, has marcado un gol y dado tres asistencias. ¿Eso te hace daño?».
Praet: »En el Anderlecht anoté ocho o nueve goles y di una docena de asistencias en una temporada. Aquí no haré diez goles. Es una certeza. Cinco goles y cinco asistencias serían cifras muy buenas. Yo ahora juego en un equipo que anota menos, en un campeonato que es mucho más fuerte y con mi posición, interior, llegó menos a posición de gol. Y es algo que tengo que aceptar. La temporada pasada quería jugar de ’10’ pero ahora ya sé que es algo que no tengo ni que mencionarle al entrenador. Él espera que sus interiores defiendan y ataquen, y que seamos creativos. Debemos hacer un 50% de trabajo defensivo y un 50% de trabajo ofensivo. Depende de mí elegir los momentos en los que debo hacer cada uno porque en un campeonato tan intenso como la Serie A no puedes estar yendo y viniendo durante 90 minutos».
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Asentado en su rol y confiando de forma ciega en su técnico, Dennis Praet creció sin parar. Uno de los mayores ejemplos de esa evolución es el sonado interés que mostró la Juventus de Turín en su fichaje en los meses finales de la temporada 2017/18. Ahora, el belga se ha consolidado como uno de los interiores a tener en cuenta en la Serie A y su fútbol ya no es apreciado únicamente por su entrenador, sino también por el resto de técnicos. Y un ejemplo muy claro es Roberto Martínez, el seleccionador belga. El español, convocó a Praet para el primer parón de selecciones de la UEFA Nations League pero una lesión leve ha impedido que el de Leuven vuelva a sumar minutos con los Red Devils. No obstante, parece que el de la Sampdoria ha vuelto a entrar de lleno en el radar del seleccionador nacional. Sin duda, una de sus grandes tareas pendientes.
Fuente imagen principal: Agencias.