Hablar de Sandro Tonali (Lodi, 2000) es hablar de uno de los mayores talentos que ha dado la cantera italiana en los últimos años. Un mediocentro inteligente, maduro, adelantado a todos los jugadores de su edad, que se ha convertido por méritos propios en el pilar sobre el que se asienta el Brescia de Eugenio Corini. Pero… ¿Quién es Sandro Toneli?
Sandro Tonali es un pivote o mediocentro con gran toque de balón. Controla su pie derecho a la perfección, siendo capaz de enviar pases largos, cambios de orientación, pases entre líneas, al hueco…con una facilidad pasmosa. Sobre él gira todo el juego del Brescia -equipo de Serie B-, en salida de balón se coloca unos metros más adelante de los centrales para garantizar una salida limpia, que muchas veces acelera con un pase largo en busca de romper las líneas defensivas. Una capacidad creativa pasmosa para su edad, siendo la primera pieza de la pirámide, sobre la que se asientan el resto.
Muchos le llaman ‘’el nuevo Pirlo’’ tanto por su aspecto físico, menudo, ligero, como por su peinado a lo Justin Bieber en Baby; pero, sobre todo, por su calidad en el pase e inteligencia táctica
Cuando Pirlo estaba en el Brescia, a principio de su carrera, coincidió con Roberto Baggio. Ambos dejaron un gol para el recuerdo contra la Juventus, nada más y nada menos. Pirlo, ante la pasividad en el centro del campo de los jugadores de la Juve, arriesgó un pase desde la línea del centro del campo hasta la portería juventina por encima de la defensa buscando a Roberto Baggio. El pase, perfecto, lo controló Baggio, regateó al portero y anotó gol. Este gol, que quedó para el recuerdo como el encuentro de dos generaciones, la que representó Baggio y la que venía con Andrea Pirlo, es un pase que Tonali no solo es capaz de hacer si no que es una de sus especialidades. Él, con tiempo para pensar, es capaz de repetir exactamente el mismo pase que Pirlo. Sus cualidades como pasador son brillantes, fuera de toda lógica en un jugador de apenas 18 años.
En otro aspecto donde destaca sobre manera Sandro Tonali es en la recuperación. Siempre bien colocado, es capaz de anticiparse a los movimientos del rival y de cubrir la línea de pase más asequible. Pese a no ser un jugador físico, cubre esta desventaja con esa inteligencia que le hace ser tan único. Si antes de recibir la pelota ya está orientado para dar el pase y evitar la carga del rival, sin él se mueve igual de bien, sabe cuando debe abandonar su línea en defensa para presionar al rival, causando muchas veces una pérdida del rival o una recuperación propia. Si el rival logra superar la primera línea de presión, él es capaz de reordenar al equipo, y si el ataque se aproxima al área, cubre el máximo de terreno posible en el centro, creando a veces una línea de tres centrales en la frontal del área muy complicada de superar.
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Sandro Tonali es el jugador ideal para un equipo que quiera tratar bien la pelota, tiene salida limpia de balón, recuperación de pelota para volver a armar jugada… Es un metrónomo. A estas dos cosas que cité en líneas anteriores hay que añadirle, como suele ser habitual en este tipo de jugadores, el buen tiro que tiene. Sus tiros suelen ser lejanos, en algún rechace que capte sobre todo. Mezcla potencia con colocación, pero sobre todo esto último. Sus lanzamientos suelen ir ajustados lo máximo posibles. Llegando desde segunda línea, en acciones rápidas, también puede generar un peligro, sobre todo cuando la defensa rival no repliega bien.
El partido perfecto para descubrir a Sandro Tonali quizá es el Italia 2-0 Francia del Europeo sub-19 de este pasado verano. Los centrales italianos le cedían el balón para que él empezase la jugada, y Francia le permitía controlar, pensar y buscar pases. A los 27 minutos se adelantaría Italia, y en el 30 ya iban 2-0. Con Francia atacando salieron a relucir la faceta defensiva de Tonali, que se hinchó a evitar disparos y a que estos no llegasen a la portería de Plizzari. Ese seguramente haya sido el primer gran partido de Tonali, en unas semifinales de una Eurocopa ante una Francia que de físico iba sobrada.
Una cosa que me sorprendió para bien después de verle varios partidos, con Italia sub-19 y Brescia, es que nunca se adorna de más. Sabe que no es necesario hacer una floritura
Una cosa que me sorprendió para bien después de verle varios partidos, con Italia sub-19 y Brescia, es que nunca se adorna de más. Sabe que no es necesario hacer una floritura, puesto que juega en una zona donde un error en un control, un regate inadecuado o un pase mal dado generará una ocasión manifiesta de gol.
La comparación con Pirlo es atrevida, sí, pero es que parecen descendientes directos. Las características que tiene, los movimientos sin balón, los gestos con los brazos, hasta el peinado son exactamente iguales a los que hacía El Maestro. A eso se le suma la inteligencia de Busquets cuando juega de pivote y te sale un jugador llamado a dirigir el centro del campo de un gran equipo europeo. Y por mucho tiempo.
Autor foto principal: Paolo Bruno | Getty Images.