Las tres cartas que prepara la Juventus para abaratar el fichaje de Pogba

La Juventus de Turín quiere la vuelta de Paul Pogba. Al equipo de los Agnelli, Paratici y compañía les quedan dos piezas claves para hacer un equipo prácticamente perfecto, un mediocampista de calidad y un delantero centro que acompañe a Dybala y Cristiano. Para la primera plaza ya tienen claro que Pogba es el jugador adecuado, el francés es de los mejores del mundo en su posición y daría un salto de calidad grande para un centro del campo que ha sido el que menos ha dado el nivel prácticamente desde que se fuese el galo.

Para ficharle si la economía y el ‘Fair-Play’ no dan la Juventus prepara tres cartas para abaratar la operación: Miralem Pjanic, Federico Bernardeschi y Douglas Costa. El bosnio no ha dado el nivel esperado con Sarri, Bentancur ha gustado mucho cuando le ha sustituido -algo que a Sarri le gusta- y sería el que más abaratase la operación. Bernardeschi no está contando mucho desde que Ramsey se recuperó y con la llegada de Kulusevski queda con menos sitio aún. Y por último está Douglas Costa, el brasileño pese a su gran rendimiento se ha quedado como el mejor revulsivo de Sarri, pero solo en eso, además de que si llegase un lateral, Cuadrado, Bernardeschi y él pelearían por ser los suplentes de Dybala y Cristiano, por lo que quedarían pocos minutos para todos.

Bernardeschi: «En Italia los dos rivales serán el Napoli y el Inter»

Ya ha comenzado la pretemporada y rueda el balón en los primeros amistosos. Tras la derrota ante el Tottenham Hotspur en Singapur, Federico Benardeschi atiende a los medios para repasar brevemente la actualidad de la Juventus y el próximo curso 2019-20 en la Serie A.

Sobre sus opciones de ganar la Champions League, explica: «Todos los años pueden ser buenos pero también es una cuestión de suerte y detalles. Y en Italia, los rivales más peligrosos son el Inter y el Napoli».

Además, sobre su encaje con Sarri, es claro: «Sarri me ve con impacto inmediato, especializándome puede ayudarme a encontrar más automatismos y una continuidad. Creo que puedo hacer algo grandioso aquí hasta que deje el fútbol, ​​pero en el presente me doy metas diarias más simples».

 

El pero de Italia, la puntería

Mancini empieza a dar con la tecla. Italia deja matices que dan a pensar en una idea de juego más definida. El técnico de Iesa tiene un once inicial claro, al cual se le ha dado continuidad en los dos últimos partidos y ha logrado sumar una victoria después de cinco meses ante Polonia, con un gol que tiene copyright, en el minuto 90. Todo muy italiano.

El cambio de la azzurra ha sido drástico dentro del 1-4-3-3, con un centro del campo totalmente creativo, con Jorginho y Verratti, como hombres fuertes llamados a liderarlo, y Nicolò Barella, la gran sorpresa, siendo a sus 21 años un jugador con mucho carácter, personalidad en el campo y capacidad de liderazgo. No en vano es el capitán del Cagliari a su corta edad.

En ataque ahora se explota el talento, con una línea de tres formada por Chiesa y Bernardeschi desde las bandas, con Insigne como referente, siguiendo así el experimento de Ancelotti. Italia ahora es más móvil, hay juego entre líneas, hay extremos a pierna cambiada que habilitan la llegada de laterales profundos con muchas ventajas, Insigne arrastra rivales, genera espacios y también estira al equipo, toca menos balones pero es más peligroso. Italia tuvo el 63% de la posesión frente a Polonia, y disparó 18 veces. Sin embargo solo cinco fueron a puerta, y eso es un problema.

Italia ahora es más móvil, hay juego entre líneas, hay extremos a pierna cambiada que habilitan la llegada de laterales profundos con muchas ventajas, Insigne arrastra rivales, genera espacios y también estira al equipo, toca menos balones pero es más peligroso

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Se intentó marcar desde todas las direcciones, y es que el juego de Italia fue una secuencia de habilitaciones para que se generen ocasiones en el área y fuera de ella, pero la efectividad fue casi nula. Italia no tiene un referente claro, Insigne de hecho es uno de los jugadores que más disparos realiza por partido en toda la Serie A. Sin embargo, su porcentaje de efectividad es muy bajo, pero su trabajo para el equipo es incalculable. Bernardeschi y Chiesa atacan los palos e incluso merodean el área, pero no tienen la capacidad de remate y olfato que puede tener un “9”.

Se intentó marcar desde todas las direcciones, y es que el juego de Italia fue una secuencia de habilitaciones para que se generen ocasiones en el área y fuera de ella, pero la efectividad fue casi nula

El problema es que Zaza, Belotti o Lasagna no son jugadores asociativos ni están en el contexto que demanda esta Italia. Pueden ser más una alternativa que un primer plan. Immobile en cierto modo sí cumple con estas características de toque, de abrirse a bandas y recibir más abajo, pero su momento de forma no invita, por ahora, a que pueda desbancar a Lorenzo Insigne de la posición de nueve, donde está siendo tan productivo.

Mancini tiene un mes para pensar, antes de medirse a Portugal, como solventar un problema que a la larga puede darles tantos dolores de cabeza. Al menos, por ahora ha conseguido encontrar un sistema fiable.

Fuente imagen principal: Getty Images / Marco Bertorello.

 

La nueva vida de Bernardeschi

Federico Bernardeschi empieza, por fin, a demostrar las maneras de un gran jugador. De hecho, la calidad siempre la tuvo, la cabeza no. En sus inicios en la Fiorentina, club que le vio crecer, siempre demostró ser un virtuoso con el balón, pero algo bohemio. Como todo artista, el futbolista nacido en Carrara necesitaba estar inspirado y en esos días –o a veces minutos- era un auténtico espectáculo. Pero al cuadro siempre le faltaban matices, le sobraba algún color –o regate- o directamente, quedaba demasiado abstracto para un fútbol contemporáneo en el cual se permite ser expresionista siempre y cuando haya una armonía.

La falta de armonía en Bernardeschi eran sus días grises, su excesivo egoísmo, sus apagones repentinos

En cuanto se supo de su fichaje por la Juventus, no hubo un punto intermedio en los posibles pronósticos: la tragedia o el éxito. Lo que estaba claro es que debía haber un cambio en su cabeza y poner su juego a disposición de sus compañeros para potenciar el bloque de hormigón de la Juventus que había armado su arquitecto, Allegri. El estratega italiano tenía claro que debía inculcar en Bernardeschi una mentalidad que le permitiera competir por todo dentro de un club que posee más de 60 títulos oficiales. Cada entrenamiento es una final, el trabajo es diario y el ayer no importa.

El día a día hizo crecer a Bernardeschi, que cada vez empezó a tener más incidencia en los partidos con balón. Ya no solo aprendió a hacer daño al rival con sus acciones individuales, si no que estas tenían una finalidad, potenciar a sus compañeros y, sin balón, dar empaque al bloque, algo vital para Allegri. Sin embargo, como todo artista, debía pasar por más desgracias para expresar mejor su arte, y esta vino en forma de lesión en los ligamentos de su rodilla. Justo en su mejor momento como juventino, siendo el hombre más en forma en la parcela ofensiva y gozando de muchos minutos por la lesión de Dybala. Si la lesión requería cirugía, se acababa la temporada y empezaba un tratamiento que le alejaría unos meses de los terrenos de juego. Finalmente no hizo falta y llegó al tramo final de temporada, pero sin el ritmo necesario.

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Ya en esta temporada 2018/2019, se espera de él más todavía. Y en estos dos primeros partidos de temporada no solo ha sido decisivo con un gol en la zona cesarini –o in-extremis– ante el Chievo, un gol que le dio a la Juventus sus primeros tres puntos, sino que también ha empezado a ser un híbrido entre Dybala y Cuadrado, en varios aspectos. Del argentino posee el entre líneas para conectar con sus compañeros y la capacidad de buscar diagonales con balón de fuera adentro para armar su zurda. Del colombiano, abarcar todo lo largo de la banda derecha tanto con balón, como sin el, dando amplitud a la banda aunque siempre con vistas de acabar en zonas interiores, siendo también un activo necesario para ayudar a Cancelo en tareas defensivas. Lo más llamativo no obstante, es su motor perpetuo. Se vacía por el equipo, está en todas partes.

Lo más llamativo de Bernardeschi es su motor perpetuo. Se vacía por el equipo, está en todas partes

Sin embargo, debe mejorar todavía algunas facetas de su juego, y es que sigue siendo algo previsible. Confía mucho en su zurda –una navaja suiza- y eso hace que abuse mucho de un disparo que no siempre logra ser peligroso. Los rivales también buscan mucho su lado derecho, zona más débil, para orientarlo a posiciones donde sea más fácil robarle el balón o forzarle al error. Debe todavía contemporizar mejor las jugadas, ser en algunos momentos más dinámico con el balón, no dejar que el rival se reagrupe y aprovechar el desorden cuando lo haya.

No obstante, el objetivo de Allegri está llegando a su punto álgido con él. El técnico italiano está consiguiendo que adquiera el espíritu necesario y el hambre de estar siempre en lo más alto, llenarse temporada a temporada, sin importar los éxitos que se hayan cosechado. Una dinámica difícil de mantener, al alcance de pocos, que acaba devorando incluso a los que poseen un talento innato.

Fuente imagen principal: Juventus FC.