La Juventus se quedó fuera de la Champions League al ser eliminado por un Oporto que ganó en Turín por 3-2. Y es que si alguien mantuvo con vida a la Juventus fue Federico Chiesa. No estuvieron finos ni Cristiano Ronaldo, ni Morata, ni Aaron Ramsey, ni incluso Dejan Kulusevski entrando desde el banquillo, sino solo el joven italiano desde la banda izquierda y entrando con fuerza al segundo palo.
Chiesa fue el único líder, porque pese a que el Oporto se quedara con diez, fue el único que marcó los dos goles que mandaron a la prórroga a una Juventus que estaba sufriendo mucho para estrenar su casillero. El ex de la Fiorentina aprovechó dos centros, uno de ellos dejado por Cristiano Ronaldo, para mandar a la Juventus a la prórroga, donde no pudo jugar mucho por unos problemas físicos que le acabaron mandando al banquillo por Federico Bernardeschi.