Vida y obra del catenaccio (IV) Diáspora

El Catenaccio como tal se cimentó en la década de los 60 gracias a los superlativos equipos que crearon entrenadores como Rocco o Herrera. Pero desde entonces, ha habido muchos equipos que, inspirados en la vena triunfadora de este estilo, han tratado de seguir sus pasos. Hablaremos de ellos en el último capítulo de ‘Vida y obra del Catenaccio’.

Ya hemos conocido cómo el suizo Rappan ideó el Catenaccio (aunque de primeras lo llamó verrou), y cómo Helenio Herrera y Nereo Rocco construyeron equipos fabulosos usando este sistema. Pero, ¿qué pasó después? ¿Qué fue del Catenaccio que llevó a Milan e Inter a reinar en Europa?

Los grandes entrenadores no pasaron por alto dicha estrategia, extrovertida para la época. Por ello, vistos los buenos resultados que había dado al Inter de Herrera y al Milan de Rocco, muchos de ellos decidieron implantarla en sus equipos. Eso sí, hay que hacer un apunte: apenas surgieron catenaccios puros, más allá de los de Rocco y Herrera. Y es que el Catenaccio, más que un avance en la táctica, fue un avance en la ideología. Los aficionados y los técnicos descubrieron la posibilidad de conseguir la victoria volcándose más en la defensa que en el ataque.

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Una de las claves de esta evolución del Catenaccio, y quizá la más importante, fue la desaparición de la figura del líbero. El líbero era un jugador esencial en los sistemas ultradefensivos de mediados del siglo XX. Un jugador ‘comodín’ capaz de salvar la papeleta a los defensas, o incluso con cualidades para sacar el balón jugado y conectar con el mediocampo.

Poco a poco, los líberos sobre la pizarra fueron perdiendo peso. Los entrenadores preferían sacrificar este rol con tal de ganar un hombre más que aportase otra función en un rol fijo, ya fuera en la defensa o incluso en el centro del campo. Es el principal quid de la transformación del Catenaccio, impulsada por varios equipos históricos.

El primer equipo del que hay que hablar es el Estudiantes de la Plata de finales de los 60. El equipo argentino tomó un estilo surgido al otro lado del Atlántico para vivir una de sus épocas más gloriosas. Además, esencialmente por la proximidad cronológica, fue uno de los ‘catenaccios’ más puros en cuanto a táctica. No solo eso, sino que esta escuadra llevó el pensamiento del Catenaccio al extremo. A Estudiantes se le recuerda por ser uno de los equipos más duros de la historia. Más de un jugador era víctima de este ‘juego sucio’ que Estudiantes usaba como parte de su juego.

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El Estudiante de Zubeldia, considerado por muchos uno de los grandes maestros del fútbol, demostró ser un equipo ganador a pesar de las controversias que generaba. Las malas lenguas futbolísticas desprestigiaron (quizá demasiado) a este plantel, pero lo cierto es que el equipo platense fue tricampeón de la Libertadores bajo el mando de Zubeldia.

El Catenaccio también triunfó en el panorama internacional. Tres décadas después, una heroica Grecia se coronaba campeona de Europa contra todo pronóstico. El combinado mediterráneo estaba liderado por Otto Rehhagel, uno de los genios del fútbol de la primera década de siglo. El técnico alemán podría considerarse el precursor del mítico “partido a partido”. Y es que la Grecia de 2004 se centró en buscar los puntos débiles de sus rivales, y conseguir aprovecharlos. Todo ello fundamentado en una contención defensiva fastuosa, que logró desquiciar uno a uno a sus rivales, hasta llegar a la final que ganaría contra la anfitriona Portugal.

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Grecia llevaba a cabo una estrategia conocida como “ofensiva controlada”. La selección helénica apostaba todo a los potenciales contraataques que pudieran surgir, confiando en la capacidad de remate de sus jugadores. Y así, buscando las contras, Grecia hizo historia en aquella histórica Eurocopa. Curiosamente, ese mismo año el fútbol vio el nacimiento de una leyenda: la de José Mourinho. Imposible no hacer hincapié en el técnico luso, que también aprovechó la aptitud defensiva de sus clubes para ser campeón. Lo consiguió, principalmente, en la primera década del siglo XXI, donde logró levantar dos Champions League.

La primera, en 2004, siendo su Porto la gran sorpresa de la edición. El equipo de ‘Mou’ se midió en semifinales a un Deportivo que venía de tumbar a Juve y Milan (4-0 a los de Ancelotti incluido). Pese a ello, los gallegos no fueron capaces de hacer gol en toda la eliminatoria. El planteamiento bastionado del Porto también fue demasiado para un Mónaco (3-0 para los lusos en la final) que vio al equipo portugués ser campeón de Europa.

Pero donde de verdad triunfó Mourinho fue en el Inter de 2010, el Inter del triplete. Para el recuerdo quedará el histórico Barça-Inter de vuelta de semifinales de la Champions. Guardiola y Mourinho, la noche y el día, cara a cara por un billete a la final. Un Inter jugando con diez jugadores durante una hora logró neutralizar al ultraestético Barça de Pep.

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El resto de la historia ya es bien conocida por todos. El Inter, finalista con un 3-2 global, derrotaba al Bayern en la final de Madrid y levantaba la ‘Orejona’ casi 50 años después. Mourinho lo había vuelto a hacer, esta vez en Italia pero con un ‘modus operandi’ que nuevamente había dado frutos.

También es digno de mención un caso más reciente: el Atlético de Simeone. Un equipo que, basado en el aguante defensivo y en el contraataque, ha alcanzado el punto más álgido de su historia. Sólo la mala suerte le dejó a las puertas de ser campeón de Europa, pero sí que ha conseguido una Liga, una Europa League y una Supercopa de Europa. Todo ello, con la misma receta táctica.

Existen muchísimos más casos, de mayor o menor repercusión internacional. Pero lo innegable es que el Catenaccio de Rappan, Rocco y Herrera ha cambiado la forma de ver el fútbol. Hay otra manera de ganar, la manera alternativa. Igual de legítima, y al mismo nivel de efectividad. ¿Más o menos bella? Lo dejamos a gusto del consumidor.

 

Italia vence y convence ante Grecia

Grecia I Barkas – Papastathopoulos, Manolas, Siovas – Stafylidis, Fortounis, Kourbelis (Siopis, 46′), Zeca, Samaris (Bakasetas, 77′) – Masouras, Kolovos (Mavrias, 46′)

Italia I Sirigu – Florenzi, Bonucci, Chiellini, Emerson (De Sciglio, 68′) – Barella, Jorginho, Verratti (Lo. Pellegrini, 82′) – Chiesa, Belotti (Bernardeschi, 83′), Insigne

Goles: Barella (0-1, 23′), Insigne (0-2, 30′), Bonucci (0-3, 33′)

  • BELOTTI, EL ELEGIDO I Aunque teóricamente Fabio Quagliarella partía como favorito para ser el titular, Roberto Mancini apostó por Andrea Belotti para ocupar la punta de ataque en el encuentro de Atenas. El delantero del Torino, que no era titular con Italia desde junio de 2018, en un amistoso ante Holanda, y que no había estado en la lista de convocados para el último parón, volvía con ganas y demostró que puede encajar en el esquema de Mancini. En el primer tiempo dejó una gran jugada para asistir a Barella en el 0-1, con un buen cambio de velocidad que dejó en el suelo a Manolas, central de la Roma e internacional por Grecia.
  • PRUEBAS EN LOS LATERALES I Si el ejemplo de colocar a Belotti en punta era una muestra de que Mancini quería probar cosas en Grecia, también lo fue el hecho de apostar por Florenzi y Emerson en los laterales. El técnico italiano sigue buscando su pareja ideal para los carriles, y es que Italia tiene grandes problemas para encontrar dos jugadores de garantías en esas posiciones. Florenzi, Lazzari, Piccini… Incluso Gianluca Mancini han pasado por el lateral derecho; Biraghi, Emerson o Spinazzola han probado en el izquierdo. Hoy ambos cumplieron, con gran presencia ofensiva y llegando a línea de fondo cuando la Azzurra se volcaba sobre la meta griega. No sufrieron en defensa ante una Grecia muy tímida.

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  • ITALIA SENTENCIÓ EN UN GRAN PRIMER TIEMPO I Valieron 30 minutos para que Italia dejara sentenciado el partido en Atenas. Ni infierno griego ni nada parecido. Desde el primer minuto el cuadro de Mancini dominó el encuentro y una vez Barella anotó el primero, se abrió la veda y cayeron los demás. Primero el del Cagliari, después Insigne con un gran golpeo al palo largo desde la frontal y, tres minutos después, Bonucci con un gran cabezazo. Ante una floja Grecia, Italia mostraba un gran fútbol y ponía tierra de por medio en la clasificación del grupo. Son líderes en solitario con esta victoria.
  • BARELLA DA UN PASO AL FRENTE I Con el mercado cerca de abrir sus puertas en Italia, uno de los nombres que más está sonando es el de Nicoló Barella. El capitán del Cagliari parece encaminado a llegar al Inter de Milán este verano y, en mitad de los rumores, no se amedrenta. Hoy, en Atenas, ante toda Grecia e Italia entera viéndolo por televisión, jugó uno de sus mejores partidos como internacional. Compartiendo centro del campo con Jorginho y Verratti, donde ya se ha asentado, anotó el primer gol del partido y llegó con continuidad al área helena. Fue, sin duda, de lo más destacado de una gran selección italiana.
  • EL MEJOR ATAQUE ES UNA BUENA DEFENSA I Parece que Roberto Mancini está decidido a hacer de la defensa su mejor ataque, y es que tras tres partidos el balance de Italia es tremendamente positivo: 11 goles a favor y ninguno en contra. Solamente Polonia y Turquía igualan en el registro a la Azzurra en esta fase de clasificación para la Eurocopa de 2020. Para Bonucci y Chiellini, la veteranía es un grado, y la sensación es que la pareja de centrales de la Juventus mejora partido a partido siempre y cuando estén juntos sobre el campo. ¿Llegarán a 2020? Parecen decididos a lograrlo.

 

Análisis de los rivales de Italia en la fase de clasificación de la Euro 2020

Volver a la normalidad. Eso es lo que buscará Italia en esta fase de clasificación para la Eurocopa 2020. Tras el histórico batacazo que supuso no haber estado en el último Mundial (algo que no pasaba desde 1958), la squadra azzurra desea retornar a la costumbre de siempre de estar en las grandes citas. Roberto Mancini, seleccionador italiano desde mayo de 2018, tuvo la oportunidad de utilizar la Nations League para ir haciendo pruebas. Los tetracampeones del mundo han tenido luces y sombras en su andadura en la nueva competición de selecciones de la UEFA, en la cual han quedado segundos por detrás de Portugal y por delante de Polonia.

Los focos de los italianos están ahora en el grupo J de la fase de clasificación para la Euro. La Bosnia de Dzeko y Pjanic, la Grecia de Manolas, FinlandiaArmenia Liechtenstein serán los rivales de los azzuri por las dos plazas que garantizan acceso directo a la primera Eurocopa multisede de la historia (en la cual cuatro partidos se disputarán en el Olímpico de Roma, entre ellos el inaugural). Así, importa analizar los rivales del conjunto de Mancini en esta pelea por estar en una competición que Italia ganó en 1968. El favoritismo de los del bel paese es claro, aunque la calidad de los bosnios, el oficio de los griegos y los recientes tropiezos de la squadra azzurra inviten a cautela.

BOSNIA-HERZEGOVINA I LA FUERTE ESPERANZA EN EL DEBUT 

Desde que compite como nación independiente, Bosnia nunca ha estado en la fase final de una Eurocopa (sí estuvo en el Mundial 2014). Sin embargo, la sensación es que esta puede ser una gran oportunidad de estreno para el país balcánico. Robert Prosinecki, antiguo centrocampista campeón de Europa con el Crvena Zvezda (y ex del Real Madrid, Barcelona y Sevilla), es el seleccionador nacional y, desde que asumió el puesto en enero de 2018, está dejando muy buenos resultados. Bosnia ganó de manera invicta el grupo 3 de la Liga B de la Nations League, obteniendo el ascenso a la Liga A ante la oposición de Austria e Irlanda del Norte. Es más, con Prosinecki al mando Bosnia encadenó una serie de 10 partidos sin conocer la derrota, igualando el récord histórico de la selección (una racha que terminó en el último amistoso de 2018 contra España).

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Sus principales estrellas militan en la Serie A: Edin Dzeko y Miralem Pjanic. El ariete de la Roma tiene el récord de partidos (99) y goles (55) de la selección de Bosnia, y en el combinado nacional su importancia es enorme (marcó tres de los cinco tantos del equipo en la Nations League). También el centrocampista de la Juventus tiene un rol clave en el equipo. Como en la Vecchia Signora, Pjanic mueve los hilos del colectivo en el centro del campo. En los partidos de la Nations League, Prosinecki casi siempre posicionó a Muhamed Besic (actualmente en el Middlesbrough, ex del Everton) y Elvis Saric (jugador del Suwon Bluewings de Corea del Sur) cerca del juventino en la medular.

Edin Visca (extremo que está haciendo una gran temporada en el Istambul Basaksehir, con 11 goles y 12 asistencias), Sead Kolasinac (lateral zurdo del Arsenal), Ervin Zukanovic (central del Genoa que es un fijo en la zaga) y Ibrahim Sehic (portero del Erzurum BB de Turquía, que jugó en todos los 12 partidos de Prosinecki en la selección, encajando solo tres goles) son otros jugadores importantes del equipo. Bosnia sueña con el estreno en la Eurocopa de la mano de Prosinecki, Dzeko y Pjanic.

GRECIA I CORTAR LA MALA RACHA

Campeona de Europa en 2004 (en una de las grandes sorpresas de la historia del fútbol) y presente en las Eurocopas 2008 y 2012 y en los Mundiales 2010 y 2014, la selección griega viene de años de desilusiones. Los helénicos no han logrado estar en la Eurocopa 2016 ni en el Mundial 2018, fracasos que llevaron a un carrusel de seleccionadores. Desde que Fernando Santos se marchó en 2014, Grecia tuvo cinco entrenadores, el último de ellos el actual Angelos Anastasiadis. El griego, de 66 años, sustituyó el alemán Michael Skibbe tras la derrota ante Finlandia por 2-0, dirigiendo al combinado nacional en los dos últimos partidos del grupo 2 de la Liga C de la Nations League, lo cual terminó con Grecia en un pobre tercer puesto. Antiguo futbolista internacional y campeón griego con el PAOK y el Panathinaikos, Anastasiadis es un veterano entrenador con pasos por los banquillos del PAOK (hasta en tres ocasiones distintas) o de la selección de Chipre. Conocido por ser un hombre muy religioso, su contrato, con duración de solo un año, es un mensaje claro: si no logra meterse en la Euro, sufrirá el mismo destino que sus antecesores. 

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Las principales estrellas de Grecia están en su defensa. Kostas Manolas, de la Roma, y Sokratis Papastathopoulos, del Arsenal, son los referentes de un sector que fue el pilar de los mejores equipos griegos, que siempre cimentaron sus éxitos en la zaga. También ahí juega Vasilis Torosidis, un viejo conocido de la Serie A (más de 100 partidos entre Roma y Bologna) ahora en el Olympiacos y capitán de equipo. Sin embargo, tanto Torosidis como Manolas están lesionados y fallarán los dos primeros choques del grupo, ante Liechtenstein y Bosnia. Anastasiadis solo dirigió dos partidos, por lo que es difícil valorar sus preferencias, pero es probable que el punta Kostas Mitroglou (cedido por el Marsella al Galatasaray) y los centrocampistas Kostas Fortounis (estrella del Olympiacos), Petros Mantalos (referente del AEK), Dimitris Pelkas (enganche de mucha calidad del PAOK) y Andreas Samaris (en gran momento en el Benfica) sean jugadores importantes en esta clasificación.

Grecia pide a su seleccionador que renueve la selección y apueste por algunos de los nuevos talentos, como Odysseas Vlachodimos (titular de la portería del Benfica), Leonardo Koutris (central del Olympiacos nacido en Brasil), Anastasios Donis (delantero nacido en Inglaterra, que fichó por la Juventus con 17 años y que en 2017 fue traspasado por la Vecchia Signora al Estugarda por 4 millones de euros) o Efthymios Koulouris (ariete del Atromitos que lleva 17 dianas esta temporada). El reto de Anastasiadis, el veterano de los banquillos griegos con fuertes convicciones religiosas, es claro: volver a colocar Grecia, seis años después, en un gran torneo de selecciones.

ARMENIA I MKHITARYAN… Y POCO MÁS

Desde que es nación independiente, esta antigua república soviética jamás disputó un Mundial o una Eurocopa de selecciones absolutas, y los resultados recientes no invitan a creer que ese debut pueda estar cercano. Armenia viene de una mala Nations League, no logrando el objetivo de ganar el grupo 4 de la Liga D y meterse en el playoff de acceso a la Euro (quedó segunda, por detrás de Macedonia). Es más, su andadura en el nuevo torneo de UEFA quedó marcada por la derrota, en casa, ante Gibraltar (0-1). En las últimas fases de clasificación las prestaciones tampoco fueron buenas y la selección nunca estuvo, siquiera, cerca de garantizar la plaza para un torneo de elite.

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El seleccionador es Armen Gyulbudaghyants, antiguo técnico de varios equipos del país como el Pyunik Erevan, el Banants o el Impuls Dilijan. Tras un corto paso de solo cuatro partidos por la selección sub-21, Gyulbudaghyants cogió las riendas de la absoluta en octubre de 2018. En cuanto a jugadores, no hay dudas que la gran estrella de Armenia es Henrikh Mkhitaryan. Con 80 partidos y 26 goles, el jugador del Arsenal es el máximo goleador histórico de la selección y posee un nivel futbolístico muy por encima del de sus compañeros.

Otros de los fijos del equipo son el central Varazdat Haroyan, del Ural de Rusia, el centrocampista Gevorg Ghazaryan, del Desportivo de Chaves de Portugal, o el delantero Yura Movsisyan, actualmente sin equipo pero segundo máximo anotador de la historia de la selección, pichichi de la Liga D de la Nations League con cinco tantos y que llegó a meter 18 dianas con el Spartak de Moscú en la temporada 2013-14. Para Armenia, no quedar en una de las dos últimas posiciones del grupo ya sería una evolución con respecto al pasado reciente (quedó última o penúltima en sus grupos de clasificación para el Mundial 2014, Eurocopa 2016 y Mundial 2018).

FINLANDIA I UNA NATIONS LEAGUE ILUSIONANTE, UN NIVEL INDIVIDUAL FLOJO

El equipo nórdico nunca estuvo en una Eurocopa o Mundial, pero llega a esta fase de clasificación después de una presencia en la Nations League que dejó esperanza en una mejoría de nivel. Finlandia logró el primer puesto en el grupo 2 de la Liga C ante la competencia de Grecia (a la que se vuelve a enfrentar), Hungría y Estonia. Esto significa que, en caso de que Finlandia no logre terminar esta clasificación en una de las dos primeras posiciones del grupo, jugará un playoff en marzo de 2020 contra los otros tres ganadores de grupos de la Liga C que no hayan obtenido una presencia en la Euro por la vía ‘tradicional’, garantizando el ganador una presencia en la competición. Por lo tanto, Finlandia tiene una histórica presencia en una gran competición a la distancia de dos partidos.

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Sin embargo, la diferencia de calidad individual de Finlandia con respecto a Italia es enorme. El seleccionador, Markku Kanerva, trabaja desde 2004 en la federación, siendo el entrenador principal después de algunos años en la sub-21 o como miembro del cuerpo técnico de otros preparadores. Finlandia será el primer rival de Italia (día 23 de marzo en el Friuli, en Udine) y, mirando la lista de convocados para el partido, pocos son los jugadores que compitan en equipos de nivel elevado en Europa. Ahora mismo el jugador más destacado del equipo será Teemu Puki, delantero del Norwich que es el máximo anotador del Championship, la segunda división del fútbol inglés, con 24 goles.

Lukas Hrádecký (portero titular del Bayer Leverkusen que lleva ya varias buenas temporadas en Alemania), Tim Sparv (centrocampista, capitán del equipo y bicampeón de Dinamarca con el Midtjylland) o Jere Uronen (defensa del Genk) son otros de los jugadores importantes de una Finlandia que tiene a un jugador actuando en Italia: Sauli Väisänen, central que la temporada pasada hizo siete partidos en la Serie A con la SPAL y que está cedido por el conjunto de Ferrara al Crotone, de Serie B. Finlandia, equipo sin calidad individual abundante, jugará esta fase de clasificación con la mirada puesta en la histórica oportunidad que tendrá en marzo de 2020.

LIECHTENSTEIN I EL CLÁSICO ÚLTIMO CLASIFICADO DE LOS GRUPOS

Una de las peores selecciones de Europa. Posicionada en el puesto 181 del ranking FIFA (solo Malta, Gibraltar y San Marino están peor colocadas entre los equipos del viejo continente), el conjunto del principado quedó último en su grupo en 10 de las 12 fases de clasificación que realizó (en las dos otras veces fue penúltimo). Liechtenstein viene de un registro de 10 derrotas en 10 encuentros en la fase de clasificación para el Mundial 2018, con un gol anotado y 39 encajados. En la Nations League, el escenario no fue mejor, puesto que el equipo quedó último en el grupo 4 de la Liga D (el mismo de Armenia), incluso detrás de la jovencísima selección de Gibraltar.

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El entrenador de Liechtenstein es, desde el 1 de enero de este año, Helgi Kolviðsson, un antiguo defensa internacional islandés que entre 2016 y 2018 integró el equipo técnico de la selección de su país. Liechtenstein jugará contra Italia en el próximo día 26 (en el Ennio Tardini, en Parma) y la mayor parte de los convocados juega en la modestísima liga del principado, o en las divisiones inferiores de Suiza o Austria. Las excepciones son Dennis Salanovic, extremo de 23 años que milita en el Thun (y que llegó a estar en la cantera del Atlético de Madrid), de la máxima categoría del fútbol suizo, y el centrocampista Nicolas Hasler, del Chicago Fire de la MLS (en 2017 ganó la principal competición del fútbol de Estados Unidos con el Toronto). Con un equipo compuesto en su mayoría por jugadores que no son profesionales, no caben dudas de que sería una sorpresa mayúscula si el último puesto del grupo fuese para otro equipo que no Liechtenstein. 
Fuente imagen principal: Getty Images.