Es lógico que cuando se recuerde a un grupo de jugadores que coincidieron en espacio y tiempo en un mismo equipo vengan a la mente equipos de primera fila. Equipos que tienen por costumbre ganar títulos temporada sí y temporada también o equipos que no fueron campeones por poco
Sin embargo hoy, y aprovechando que estamos en Underground -importante eso de Underground- Football me apetece recordar, con motivo del regreso del Pescara a la Serie A italiana, una conjunción de jugadores que unidos a un carismático entrenador, ‘adoptado’ por Italia, decidieron que muchos aficionados –o al menos ese era mi caso- nos entusiasmáramos cada fin de semana de la temporada 2011/12 con un equipo que ni siquiera jugaba en la máxima categoría del calcio italiano pero que atesoraba a grandes promesas del fútbol transalpino en su plantilla y que el tiempo, decíamos o decía, pondrían en su sitio.
Así ha sido y estos tres futbolistas ya son conocidos por cualquier aficionado al fútbol internacional. Hablo de Lorenzo Insigne, Ciro Immobile y Marco Verratti. De no ser por una inoportuna lesión, el jugador del Paris Saint Germain habría sido llamado por Conte para la Eurocopa y los tres habrían coincidido en la concentración de la Azzurra, 4 años después de que se cerrase aquella temporada de ensueño para los aficionados del Delfino (sobrenombre del club que significa delfín en italiano aunque no creo que haga falta traducción…).
Aquella temporada que terminó en campeonato y ascenso a la Serie A, finalizó como si de un castigo infantil se tratara. Cada uno castigado a su cuarto por portarse ‘mal’. A otro equipo en este caso. Pero por el camino ya habían dejado con la boca abierta a Italia y a los observadores internacionales gracias a los 28 goles anotados por Immobile –pichichi de la competición- y sus 6 asistencias,a los 18 goles marcados por Insigne además de 14 asistencias, y las clases magistrales de Marco Verratti desde el centro del campo a las que ya, con el paso del tiempo estamos acostumbrados.
¿Ningún equipo de Serie A había descubierto antes a Verratti, propiedad del Pescara? ¿De verdad no tenían sitio en el primeros equipos de Juventus y Napoli Immobile e Insigne para tener que salir cedidos a un equipo de Serie B? Parece que el único que hiló fino en este caso fue Daniele Delli Carri, director deportivo del Pescara entre 2010 y 2013 y posteriormente del Genoa y del Catania. Prueba de ello y posible argumentación para las preguntas planteadas al inicio del párrafo es que ninguno de estos tres futbolistas volvió desde entonces a pisar la segunda división transalpina más que para alguna eliminatoria copera o un amistoso.
Después de aquel año, todos con menos de 23 años, ninguno de los tres volvió a jugar en la Serie B.
Las cosas no le van bien ahora a Delli Carri ya que ha sido condenado a cuatro años de inhabilitación y a pagar una multa de 80.000 euros por el escándalo de amaño de partidos ‘I treni del gol’ que lo salpicó cuando estaba ligado al Catania. A fin de cuentas, Delli Carri fue el más listo de la clase por aquel entonces y decidió, junto a Zeman, confiar en tres jugadores de insultante juventud para ascender al equipo con los riesgos que conlleva esa apuesta en una categoría en la que es más común ver a veteranos que no duden un segundo en meter la pierna para ganarse su jornal.
Ciro, de 21 años por aquel entonces, Lorenzo, de 20, y Marco, de 18, se echaron el equipo a sus espaldas y poco a poco fueron llenando las casi siempre desangeladas gradas del Stadio Adriatico de gente e ilusión a partes iguales. Sus actuaciones valían el precio de las entradas y el estar pegado a una televisión entre las 15:00 y las 17:00 del sábado (horario típico de la Serie B).
Verratti se marchó al PSG ese mismo verano dejando en el club del Abruzzo algo más de 10 millones de euros. Immobile volvió a Turín, pero no para jugar en la Juventus, sino para marcharse al Genoa (con Delli Carri) y después al Torino convirtiéndose en el ‘Toro’ en pichichi de la Serie A. Insigne retornó a Nápoles para seguir creciendo rodeado de su gente y convertirse en una de las referencias del equipo partenopeo, status del que disfruta en la actualidad. Muchas líneas van escritas sobre los jugadores pero conviene también analizar al director de orquesta.
El equipo fue el más goleador de la competición pero el que más encajó de la parte alta de la tabla. Típico de Zeman.
Zdenek Zeman, el bohemio adoptado por Italia, con su característico 4-3-3 como condición innegociable y sus suicidios ofensivos como arma principal, fue otro de los triunfadores de esa maravillosa temporada. El checo fue fiel a sus principios y la calidad de sus jugadores de ataque lo llevó a conquistar el campeonato siendo el equipo más anotador del certamen (90 dianas) pero el equipo más goleado de entre los 8 primeros clasificados (55). Los partidos que involucran a equipos dirigidos por Zeman aseguran goles y ejemplos hay miles, pero por quedarnos con esa temporada, el equipo abruzzese sólo se quedo sin perforar la portería rival en cuatro partidos de 42 disputados. Una auténtica locura que tiene al aficionado al fútbol italiano dividido entre detractores y aduladores. Zeman tampoco continuó dirigiendo al equipo.
A los Zeman, Insigne, Verratti e Immobile convendría añadirles la temporada de Sansovini, Capuano, Caprari o Cascione que también colaboraron de forma activa para que la temporada quedara grabada en la mente de los aficionados –o no- del Pescara aun estando a la sombra de las actuaciones de Ciro, Marco y Lorenzo.
Zeman, Insigne, Verratti e Immobile abandonaron el barco ese verano y el equipo siguió apostando por jugadores jóvenes en la temporada de su regreso a la Serie A. Delli Carri consiguió que Mattia Perin, Juan Fernando Quintero, Vladimir Weiss, Jonathas o Bjarnasson vistieran esa temporada la camiseta del Delfino, pero los resultados no fueron nada buenos y el equipo finalizó la temporada como colista de la competición.
El fútbol, como la vida, son ciclos. El Pescara ha cumplido uno y vuelve ahora a la Serie A pero con idénticas incógnitas sobre su futuro ya que se prevé nueva desbandada. Sólo Caprari repite de aquel equipo que despertó el interés de italianos y no italianos. Es lo que tiene tener a un jugador que es capaz de marcar 30 goles en una sola temporada. Es lo que tiene ser el club que tiene en sus filas a Lapadula.
Fuente imagen principal: Giuseppe Bellini (Getty Images)