Seguro que todos recordamos a Gennaro Gattuso. Aquel futbolista áspero, de fuerte carácter, que exigía y demostraba sobre el campo una fortaleza y un pundonor difíciles de olvidar para el aficionado milanista. Hoy, como entrenador, esa exigencia la continúa transmitiendo a sus pupilos, pero sin olvidar que, para ser un equipo campeón, se debe de jugar bien.
Como jugador, Gattuso era un futbolista áspero, de fuerte carácter, que exigía y demostraba sobre el campo fortaleza y pundonor. Hoy, como entrenador, esa exigencia la continúa transmitiendo a sus pupilos, pero sin olvidar que, para ser un equipo campeón, se debe de jugar bien
Para conocer un poco mejor algunas líneas maestras de su juego hemos aprovechado el partido de este pasado viernes: AC Milan – AS Roma (31/8/2018). El resultado final fue de 2-1 y será muy interesante conocer cómo obtuvo la victoria este gran entrenador. Comenzando por el esquema, Gattuso presentó un 4-1-4-1 que se traducía prácticamente (ahora veremos por qué digo esto) en un 4-3-3 en ataque. En la imagen puede apreciarse que la presión en repliegue es intermedia.
Para evitar que el equipo romano tratase de salir con el balón jugado, Gattuso estableció una presión alta y al hombre que alcanzaba la misma portería defendida por Olsen. Con ello obligaba al rival a enviar imprecisos balones en largo para Dzeko. Cuando superaban la línea volvían a la posición de la imagen anterior.
La presión tras pérdida era especialmente agresiva y permitía recuperar el balón en escasos segundos y en campo rival. Para comprender cómo era posible será necesario explicar las características del ataque posicional de Gattuso.
Si empezamos por la salida milanista, gusta de hacerla lo más saneada posible y en corto. Para el avance se vale de la llegada de Kessié y Suso, que vienen a recibir por dentro. Mussachio tiene entonces tres posibilidades de pase, contando con el lateral que avanza por la línea de cal. Tanto Suso como Kessié intercambian posiciones, aunque es el primero el que muchas veces retrocede a la altura de la defensa para sacar el balón jugado.
Cuando Suso supera la primera línea de presión puede encontrarse con muchos metros para avanzar. En la imagen vemos la escasa distancia que hay entre los futbolistas del Milan. Suso conduce el balón y tiene posibilidad de pase por dentro y por fuera. Es un rondo de 5vs3. Higuaín arrastra marcas y recibe por el centro acumulando rivales.
En apenas unos metros del terreno de juego combinan tres futbolistas del Milan con cierta libertad. Higuaín recibe de Suso y este último ocupa el lugar del argentino por dentro. Kessié se abre y puede combinar al espacio libre con el propio Suso. Triangulación perfecta para salvar la presión. Consiguen acumular hasta siete rivales, lo que permitiría incluso sorprender por la banda contraria.
Estos rondos en superioridad numérica se repiten en la banda contraria. Rodríguez, Higuaín, Bonaventura y Çalhanoğlu manejan el balón a su antojo hasta encontrar un espacio tras la espalda de Karsdrop. Aquí la jugada termina sin consecuencias, pero evidencia el gusto por la posesión y la combinación en corto.
Además de controlar con mucho acierto la posesión hay que reconocer que a Gattuso no le importa trabajar con un gran número de efectivos en ataque. Debajo tenéis el inicio de la jugada del gol. Bonaventura encuentra un hueco a la espalda de Fazio y de inmediato se introducen en el área hasta cinco atacantes. Que terminase en gol no es fruto de la casualidad.
Por último, hay que destacar que este tipo de ataque determina indudablemente el modo de defender. Si el Milan abriese más el campo y jugase con balones largos, correría el riesgo de ser atrapado en una contra con espacios. En cambio, Gattuso prefiere que sus futbolistas jueguen muy cerca, mediante pases en corto. De ese modo, cuando hay una imprecisión es mucho más fácil recuperar la posesión.
Fuente imagen principal: Agencias.
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