Kaká y el fichaje de su vida

‘’Gafas, peinado con esmero, cara de buen chico, solo le faltaba la cartera con los libros y la merienda. Dios mío, habíamos contratado a un estudiante universitario (…) No parecía un futbolista brasileño, recordaba más bien a un testigo de Jehová en Cologno Monzese’’. Son las primeras impresiones que tuvo Carlo Ancelotti sobre Kaká, plasmadas en Preferisco la Coppa, un libro escrito por el propio Carletto y publicado en 2009. Años después, en Carlo Ancelotti. Mi Árbol de Navidad, rescataba dicho párrafo y lo acompañaba de otra confesión: ‘’Llegó sin que ninguno de nosotros conociese su verdadero potencial (…). Ricardo produjo el efecto de un tornado que sacudió y dio un vuelco al que, hasta entonces, había sido nuestro sistema de juego. Se apoderó del centro del campo’’.

Años después ganaría un Balón de Oro y llevaría al AC Milan a su séptima Champions League. Sin embargo, la historia de su fichaje por el club rossonero se remonta muchos años atrás.

En 2002 debutó con la absoluta de Brasil en un partido ante Bolivia. Meses después se coló entre los convocados que viajarían a Corea y Japón para el Mundial de 2002. Únicamente jugó 19 minutos en el último partido de fase de grupos, ante Costa Rica y con el resultado ya decidido. No hizo falta mucho más. Con 20 años era el futbolista más joven de la expedición brasileña y los ojeadores del Milan ya tenían numerosos informes de su buen desempeño en Brasil con el Sao Paulo, donde había debutado con apenas 18 años. ‘’Hay un anédocta sobre del debut de Kaká. Él no iba a ir con el grupo principal de São Paulo. Fue llamado solamente porque el entrenador del equipo sub-20 no aceptó liberar más jugadores. Entonces Kaká fue a entrenar con los grandes. Encantó al cuerpo técnico y saltó al césped en febrero de 2001, ante Botafogo’’, recuerda Jeremias Wernek, periodista brasileño de UOL Esporte.

Kaká debutó con la absoluta de Brasil en 2002, en un partido ante Bolivia. Meses después se coló entre los convocados que viajarían a Corea y Japón para el Mundial de 2002

‘’En el Milan había un jugador brasileño, Leonardo de Araujo, que dijo: ‘Atención chicos, este jugador (Kaká), este joven de Sao Paulo, este es un jugador sobre el que se puede construir algo’’, explica el periodista Andrea Massala. Él corroboró los informes que llegaban desde Brasil y animó a Berlusconi a iniciar unas negociaciones que no tardarían mucho en cerrarse. En 2002, Marco Aurélio Cunha era uno de los directivos encargados del área deportiva en Sao Paulo. Él fue pieza clave en las conversaciones que llevaron a Kaká a Milán. ‘’Únicamente recuerdo el interés del Milan, y el interés de él para fichar’’. Hay reportes que hablan de una oferta del Chelsea de doce millones de euros que no llegó a término. Él únicamente quería ir al Milan, y ahí Leonardo tenía parte de culpa.

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‘’Leonardo convenció a la familia de Kaká para que dejasen marchar al chico a Italia’’, aclara Massala. El futbolista renunció a la parte que le correspondía de la transferencia (el 15%) por acelerar el proceso, también su agente. Sao Paulo pudo sacar lo máximo posible: 8,5 millones de euros. ‘’Yo fui el encargado de darle la noticia de que se había cerrado su fichaje por el Milan. Había acabado el entrenamiento con el Sao Paulo y el presidente me pidió que lo hiciera porque el Milan quería que llegara lo más pronto posible. Me acuerdo que siempre me había dicho que le gustaría mucho ir al Milan, y que en aquel momento lloró, cuando se lo dije. Yo le aconsejé mucho durante su etapa en Sao Paulo y al final, él me dio las zapatillas con las que acababa de entrenar y me dijo: ‘Estas son las últimas botas que he usado aquí, y es para ti’. Estas botas están hoy en mi estantería’’, recuerda Marco Aurélio Cunha.

Pocos meses después de su llegada, concretamente el 27 de octubre de 2003, el periodista español Enric González escribía en El País un texto que a posteriori sería recogido en el libro Historias del Calcio. Escribía sobre el ocaso de Rivaldo y el ascenso de un compatriota suyo, recién llegado de Brasil y compañero de selección. Sobre Kaká. ‘’Un chaval de 21 años, con una novia de 16, para el que todo ha sido fácil. Nació en una familia acomodada de Brasilia, tiene buenos huesos, ha sido la estrella haya donde ha jugado y ahora, ya internacional con Brasil, es la pequeña joya de San Siro. La plantilla rojinegra le adora. Sobre el campo se asocia con cualquier compañero y parece tan integrado como Maldini. Recién llegado y con sólo 21 años. ¿Qué pensará Rivaldo?’’.

Dos meses después, Rivaldo rescindía contrato con el club milanista. Kaká, sin embargo, firmaba catorce goles y cuatro asistencias en su primera temporada en San Siro, tras 45 partidos. Era el nuevo ídolo de la hinchada rossoneri.

*Este artículo es un capítulo extraído de ‘El Milan de Berlusconi: 1986-2017: Radiografía de un proyecto que cambió el fútbol’, un libro de Irati Prat. Puedes comprarlo en Amazon haciendo click aquí.

Fuente imagen principal: Agencias.

 

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